Aumenta de 327 a 409 el número de playas afectadas por el chapapote del 'Prestige'

Cuatrocientas nueve playas de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco, comunidades que cuentan con un total de 1.064 playas, sufren diversos grados de afección por el vertido del Prestige, frente a las 327 de hace diez días, y otras 220 se encuentran "aparentemente limpias", según los últimos datos del Ministerio de Medio Ambiente, fechados el día 11. Hay 272 playas con irisaciones o restos de fuel, 25 con grumos dispersos y 112 con afección en rocas, marismas o fondos que requieren un trabajo especializado. El fuel ha seguido llegando en los dos últimos días con mayor intensidad a Euskadi, Asturias y Cantabria.

Las costas vascas vivieron ayer su jornada más negra. A lo largo de todo el litoral se concentran en un reguero pequeñas galletas de fuel de entre 2 y 10 centímetros de diámetro. Se calcula que acumulan unas 150 toneladas del venenoso combustible derramado por el Prestige. El Gobierno vasco tuvo todo el lunes 18 barcos pesqueros retirando el chapapote en Vizcaya y en Guipúzcoa a menos de dos o tres millas de las costa. Recogieron 30 toneladas de fuel limpio. A modo experimental han empezado a colaborar en estas tareas ocho pequeñas embarcaciones de recreo, que ya han retirado 800 kilos. Estos pequeños botes permiten acceder a zonas de menor calado.

Las previsiones en Euskadi para hoy son todavía peores. El portavoz del Gobierno autónomo, Josu Jon Imaz, señaló en Vitoria que se esperan impactos cada vez más abundantes en los próximos tres días. Hoy saldrán a la mar 31 pesqueros y un mayor número de embarcaciones de recreo para retirar el fuel en suspensión. En todo caso, Imaz advirtió de que lo peor llegará en seis o diez días, cuando la mancha de 2.000 toneladas que está a 60 millas de las costas asturianas y cántabras se sitúe al norte del litoral vasco por el efecto de los vientos y las corrientes. Imaz destacó, en todo caso, que el fuel sigue entrando no sólo en Euskadi, sino en todo el Cantábrico: "Va a ser una gota malaya que va a durar semanas o meses. Debemos colaborar todas las Administraciones para minimizar un daño que sin lugar a dudas vamos a tener".

Una colaboración que no ha fructificado entre la Generalitat de Cataluña y la Xunta de Galicia. Los tres barcos enviados por el Gobierno de Jordi Pujol para luchar contra la marea negra en Galicia abandonarán el puerto de A Coruña entre hoy y mañana para sumarse a las tareas de limpieza en el Cantábrico. Los buques esperan órdenes de Marina Mercante para incorporarse a su destino, una vez que la Xunta rechazó su presencia en las Rías Bajas con la excusa de que podrían portar la plaga del mejillón cebra, localizada en el delta del Ebro, y poner en peligro los grandes bancos marisqueros del sur de Galicia.

El Gobierno gallego se sintió desairado por la actitud de la Generalitat, que había enviado los barcos a Galicia tras una gestión del BNG ante dirigentes de Convergencia i Unió. El Ejecutivo catalán asegura que antes de que los buques zarparan de Cataluña los puso a disposición de la Vicepresidencia del Gobierno central. El pretexto que alegó la Xunta para rechazar los barcos no tiene fundamento científico, según los expertos. El mejillón cebra sólo se cría en aguas dulces y en ningún caso sobreviviría a una singladura entre Cataluña y Galicia. "Pero además estos barcos nunca han estado en el río", declaró el capitán de uno de ellos, el gallego Xaquín Pose, quien dijo que no encuentra justificación a la polémica suscitada.

Dentro de la línea de optimismo de la Xunta, el consejero de Cultura y Turismo, Jesús Pérez Varela, vaticinó ayer que en junio estarán aptas para el baño el 95% de las playas de la comunidad.