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Ecologistas y vecinos denuncian construcciones ilegales en La Viñuela

Varias edificaciones invaden el área de protección especial del embalse

La asociación de defensa del medio ambiente Gena y vecinos del municipio de Viñuela (Málaga) han alertado de la proliferación de construcciones ilegales en el entorno del embalse, algunas de ellas situadas dentro de la zona de protección de 500 metros. Vecinos y ecologistas aseguran que sus reiteradas denuncias ante el Ayuntamiento, la Junta y la Confederación Hidrográfica del Sur (CHS)desde el año 2000 no han obtenido respuesta.

Viñuela es un municipio de 1.247 habitantes situado en el corazón de la comarca de La Axarquía. Cuenta con una buena conexión viaria y con el atractivo del embalse del mismo nombre. El pueblo vivía del cultivo de cereales, olivar y frutos tropicales, pero en los últimos años, la construcción se ha convertido en la ocupación principal, según datos del Instituto de Estadística de Andalucía.

El problema, dicen los ecologistas, es que gran parte de la actividad constructiva del municipio está al margen de las normas subsidiarias que regulan el urbanismo, aprobadas en 1996. En los últimos dos años, Gena ha denunciado 25 construcciones ilegales, 20 de ellas a menos de 500 metros del embalse, dentro de la zona de protección especial.

Los conservacionistas denuncian, además, que las viviendas y urbanizaciones situadas en la cola de la presa no disponen de un sistema adecuado de saneamiento, por lo que las aguas fecales terminan filtrándose hacia la balsa. Fuentes de la CHS confirmaron la existencia de "numerosos expedientes y sanciones económicas" referidas a las urbanizaciones nuevas del embalse, y añadieron que "los infractores tienen la obligación de restituir lo dañado", aunque no precisaron de qué forma. Las mismas fuentes incidieron en la "dificultad de controlar las infracciones", dada la dispersión de construcciones.

La dificultad de dar servicios a un contingente creciente de población flotante (la mayor parte de las nuevas construcciones son viviendas unifamiliares que se habitan por temporadas) y el riesgo de que el urbanismo desordenado acabe por esquilmar una zona con importantes valores naturales llevaron en octubre pasado al delegado de Obras Públicas de la Junta, Enrique Salvo, a llamar al orden a los alcaldes de Viñuela y de la localidad vecina de Alcaucín, por entender que en ambos municipios "se está vendiendo suelo de un valor natural inigualable muy por debajo de su valor y procediendo a una colonización desordenada y sin acompañamiento de servicios".

Rafael Yus, de Gena, incide en la "dificultad" de controlar las construcciones. "Para nuestra organización es prácticamente imposible, porque la construcción aquí no es como en Marbella, donde se hacen urbanizaciones, sino que son viviendas unifamiliares construidas en terreno rústico en zonas dispersas".

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Yus se queja, además, de que las irregularidades terminan prescribiendo antes de que se castiguen y que, cuando se castigan, la sanción se limita a una multa. "Los expedientes a veces tienen una finalidad meramente recaudatoria, porque la cuantía de la multa representa el 10% del valor de lo construido". Este periódico intentó sin éxito hablar con el alcalde de Viñuela, el socialista Juan Millán, para recabar su opinión sobre las denuncias.

Suelo codiciado y sin control

La delegación de Obras Públicas de la Junta de Andalucía en Málaga mantiene abiertos actualmente 1.500 expedientes disciplinarios por irregularidades urbanísticas en la comarca de La Axarquía que, según el informe del Plan Estratégico para la Provincia de Málaga (Madeca10) ha perdido en los últimos años 1.000 hectáreas de terreno agrícola y ha visto multiplicarse el precio de la vivienda en sólo tres años, lo que deja al 90% de la población joven oriunda de la comarca sin posibilidades de comprar una casa en su pueblo.

El delegado de Obras Públicas, Enrique Salvo, se queja de la dificultad de controlar la concesión de licencias. "El problema que tenemos es que estos pueblos no tienen reconocida ninguna autonomía en cuestiones urbanísticas, así que no se les pueden retirar las competencias. La mayoría de las licencias de obras que se conceden ni siquiera se tramitan. Cuando se dan licencias por decreto, como ha ocurrido en Alcaucín , donde ni siquiera hay normas subsidiarias, no puedes hacer nada porque ni te enteras", explica.

Salvo considera que la situación más grave es la de Cómpeta, otra joya de La Axarquía donde, según explica el delegado, "la Junta tiene localizadas 1.000 viviendas en suelo rústico, de las cuales sólo 250 existían en 1980".

"Viñuela y Alcaucín", agrega Salvo, "están siguiendo ese modelo de crecimiento desordenado sin tener en cuenta que se está vendiendo el único patrimonio de los municipios, que es el suelo, un suelo que es quizá el más valioso de todo el Mediterráneo por su ubicación privilegiada entre el mar y un parque natural como el de Tejeda-Almijara, al precio irrisorio de ocho millones de pesetas por una parcela de 3.000 metros cuadrados. Eso es matar la gallina de los huevos de oro".

El desplazamiento de las construcciones al interior es un fenómeno generalizado en Málaga, donde la línea costera está saturada. La Junta pretende ordenar el crecimiento de los pueblos del interior mediante la actualización de las normas subsidiarias, de las que carecen aún varios pueblos.

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