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Bush anuncia un plan de estímulo económico para crear 2,1 millones de empleos en 3 años

El 'paquete anticrisis' supondrá un coste de 674.000 millones de dólares en diez años

George Bush presentó ayer su esperado plan para estimular la economía, que él mismo evaluó en 674.000 millones de dólares durante los próximos diez años. El presidente de EE UU insistió en que esa intervención es imperativa y urgente para crear 2,1 millones de empleos en tres años. El programa elimina el impuesto sobre dividendos, medida que Bush presentó como favorecedora de las personas de tercera edad. Para hacer frente a las críticas de que cuida a los más poderosos, Bush propuso adelantar las deducciones fiscales para todos los contribuyentes, subvencionar con 400 dólares adicionales a las familias, ampliar la cobertura de desempleo y subsidiar con 3.000 dólares a más de un millón de parados.

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"No vamos a descansar hasta que todas las empresas tengan la oportunidad de crecer y todo el que busque trabajo lo encuentre", dijo el presidente durante un discurso ante el Club Económico de Chicago. Bush viajó hasta dicha ciudad para presentar su nueva iniciativa para reactivar la economía, potenciadora de los recortes fiscales que ya fueron aprobados en 2001, y que tiene que obtener la aprobación del Congreso, donde los republicanos cuentan con mayoría. Las Bolsas, que en días pasados ya recibicieron con subidas el anuncio del plan, reaccionaron con atonía y el Dow Jones perdió un 0,38%.

El presidente comenzó su intervención aludiendo a situaciones externas a los que se atribuye no poca responsabilidad en la atmósfera de incertidumbre que contiene la necesaria inversión. Mostró su conocida postura ante el terrorismo e Irak y abogó por la diplomacia en Corea del Norte, aunque señaló: "No permitiremos que ningún régimen amenace la paz y la seguridad de los estadounidenses o de nuestros amigos en el mundo".

"Pero también hay necesidades en casa, en especial una economía que no crece", añadió el presidente antes de hacer un elogio el modelo estadounidense y señalar que el Gobierno debe intervenir para eliminar los obstáculos que impiden el crecimiento, entre los que destacó "la excesiva carga tributaria". Bush habló de tres retos: que los ciudadanos tengan más dinero para gastar e invertir; apoyar a las pequeñas y medianas empresas y a los parados.

- Ayudas a las empresas. El presidente señaló que las inversiones de los accionistas se ven gravadas por la doble imposición: como beneficio empresarial y a la hora de la liquidación de dividendos. Cada una con el 40%. "Eso es injusto", dijo antes de subrayar que la mitad de los dividendos van a los ciudadanos de la tercera edad (seniors) a través de planes de pensiones, "que con frecuencia dependen de esos cheques como fuente segura de ingresos en su jubilación".

"Así que hoy, en apoyo a los seniors y para ayudar a la formación de capital pido al Congreso la abolición de los impuestos sobre los dividendos". Según él, un total de 35 millones de ciudadanos tendrán ahora más dinero para gastar e invertir. La eliminación de la doble imposición "promocionará el ahorro y reintroducirá este año del orden de 20.000 millones [de dólares] en la economía privada".

Bush también propuso elevar de 25.000 a 75.000 dólares, ajustables con la inflación, las inversiones deducibles por las empresas.

- Creación de liquidez. El consumo mueve el 70% de la economía estadounidense, antes de notar que los ciudadanos padecen un creciente endeudamiento y apenas pueden hacer frente a sus compromisos, mucho menos ahorrar para el futuro, apuntó. Para luchar contra esa situación propuso adelantar a 2003 recortes fiscales que debían entrar en vigor progresivamente hasta el 2010:

-Con efecto retroactivo del 1 de enero las deducciones fiscales previstas entre 2004 y 2006, y empezar a descontarlas ya en las nóminas. El tipo máximo del impuesto de la renta baja del 38,5% al 35% y se eleva el mínimo impositivo (del 10%) de 6.000 a 7.000 dólares.

-Acabar con la penalización matrimonial, que sobrecarga a los hogares con dos ingresos.

-Elevar de 600 a 1.000 dólares la deducción a las familias con hijos menores de 16 años.

El conjunto de los recortes fiscales en la declaración de la renta supondrá, según el presidente, que 92 millones de contribuyentes tengan que pagar de media 1.083 dólares menos en la declaración correspondiente al año actual.

Impulsar la economía

"Una familia de cuatro personas con 39.000 dólares de ingresos recibirá más de 1.100 dólares con los que pagar facturas e impulsar la economía", dijo Bush. El presidente estadounidense evaluó en 70.000 millones de dólares lo que estas reformas van a introducir en la economía en los próximos 18 meses.

"Se trata de alentar el consumo, ayudar al crecimiento de las pyme, crear confianza en los mercados y dar ayuda crítica a los desempleados", concluyó el presidente antes de evaluar que el paquete supondrá un coste de 674.000 millones. Sin aludir al incremento del déficit que estas medidas suponen, Bush señaló que el ciudadano espera y merece disciplina en el gasto, en un toque de atención a los congresistas, a quienes pidió la aprobación urgente de las medidas propuestas.

Pero algunos economistas indican que la rebaja de impuestos puede empeorar el déficit fiscal del país. EE UU registró un déficit por 159.000 millones de dólares en 2002, año que puso fin a cuatro años consecutivos de superávits presupuestarios. Bush dijo que el crecimiento compensará la pérdida de ingresos que conllevarán estas medidas.

Ciudadanos de EE UU siguen el discurso de Bush a través de la pantalla de la Bolsa de Boston.
Ciudadanos de EE UU siguen el discurso de Bush a través de la pantalla de la Bolsa de Boston.ASSOCIATED PRESS

Ayudas a los desempleados

La tasa de paro en Estados Unidos es ahora del 6% "y va a subir a corto plazo", alertó el presidente. Desde que la mayor economía del mundo empezó a flaquear, en marzo de 2001, se ha perdido un total de 1,6 millones de puestos de trabajo, lo que representa algo menos de la décima parte de los 24,4 millones de empleos creados en los nueve años precedentes. Para hacer frente a esta situación, George Bush propuso una serie de medidas específicas dentro del plan de estímulo económico presentado ayer, que persigue crear 2,1 millones de empleos en tres años.Estas medidas se centran en extender la cobertura del desempleo, que ahora cubre 26 semanas con cargo al presupuesto federal. La iniciativa afectará a 750.000 americanos que dejaron de recibir esta prestación a finales de diciembre del pasado ejericio. Bush no fijó límite en la extensión, pero mientras él hablaba, el nuevo Senado aprobaba una extensión de 13 semanas.Además, también propuso cuentas personales de reempleo valoradas en 3.600 millones de dólares. Se trata de una novedad consistente en la entrega a 1,2 millones de parados de 3.000 dólares que les ayuden a la búsqueda de empleo o medidas relacionadas (formación, cuidado de menores mientras se está fuera de casa o traslado a otra localidad).Unas iniciativas que buscan poner fin a la sangría de empleo en Estados Unidos que ha hecho especial mella en el sector manufacturero.

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