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La coalición de Gobierno alemán se agrieta por la posición ante Irak

Diputados de Los Verdes se oponen a apoyar en la ONU la guerra

El canciller federal alemán, el socialdemócrata Gerhard Schröder (SPD), y su socio de coalición, el ministro de Exteriores, Joschka Fischer, de Los Verdes, se encuentran ante una disyuntiva del diablo: apoyar la guerra de Estados Unidos contra Irak, romper las promesas electorales de hace poco más de dos meses y chocar con sus bases o la oposición a Washington y el enfrentamiento con sus aliados tradicionales.

Todo parece indicar que los dos primeros espadas del Gobierno alemán, Schröder (SPD) y el verde Fischer, han iniciado ya la llamada táctica del salchichón: cortar poco a poco en rodajitas hasta quedarse con toda la pieza.

La coalición rojiverde ganó las elecciones el 22 de septiembre gracias en parte a su oposición a una guerra contra Irak y a su marcado tono antiamericano. Schröder aseguraba con firmeza: "No estamos disponibles para aventuras". Fischer declaraba: "Alemania no participará en una operación militar contra Irak".

Las recientes declaraciones de Schröder y Fischer se alejan poco a poco de aquella firmeza, aunque mantengan la afirmación de que Alemania no participará en una acción militar contra Irak. No obstante, Fischer se ha negado a pronunciarse sobre la posición alemana en una posible votación en la ONU sobre la guerra contra Irak.

Esto ya ha desencadenado la protesta de los pacifistas más radicales de Los Verdes. Hans-Christian Ströbele, vicepresidente del grupo verde en el Bundestag se ha pronunciado contra las ambiguas declaraciones de Fischer. Ströbele logró la hazaña de conseguir, por primera vez en la historia de Los Verdes, un escaño directo, tras alcanzar una mayoría absoluta de votos en su distrito berlinés, y se ha convertido en un peso pesado en el partido y en el grupo parlamentario. Sostiene Ströbele, y no está solo en el partido: "Rechazamos la guerra, decimos no y esto tendríamos que hacerlo también en el Consejo de Seguridad de la ONU".

Desde Pekín, Schröder ha salido en apoyo de Fischer y, según resumen las agencias, no descarta votar sí a una intervención contra Irak. Esta declaración de Schröder no despertará entusiasmo entre los diputados ecopacifistas más radicales. El Gobierno puede llegar a una situación precaria con una mayoría en el Bundestag de sólo cuatro escaños.

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Para complicar más las cosas, Alemania entra mañana en el Consejo de Seguridad y, por bromas del orden alfabético, deberá presidirlo a partir del 1 de febrero, en los días en que empezarán a sonar los tambores de guerra en torno a Irak. Algunos diputados de la derecha de la socialdemocracia (SPD) ya han advertido de que Alemania no puede aislarse de sus aliados tradicionales a la hora de la votación en la ONU y, si esto llegase a ocurrir, lo califican de máximo accidente nuclear, en términos políticos.

Gerhard Schröder, a la izquierda, ayer en Pekín con el vicepresidente chino, Hu Jintao.
Gerhard Schröder, a la izquierda, ayer en Pekín con el vicepresidente chino, Hu Jintao.AP

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