La paralización de la industria del petróleo tiene efectos devastadores en la economía
Los antichavistas lanzan la consigna de extender el paro y no comprar regalos en Navidad
La huelga general contra Hugo Chávez entró ayer en su cuarta semana con una estela de destrucción que agravará los siete puntos de derrumbe de la economía venezolana previstos para final de año. "Las pérdidas rondan los 5.000 millones de dólares", señala Miguel Pérez Abad, presidente de la pequeña y mediana industria Fedeindustria. La inmovilización del 65% de Petróleos de Venezuela (PDVSA), que aporta cerca del 80% de las divisas y más del 50% de los ingresos fiscales, castigó con una merma de mil millones de dólares, y las probables multas contractuales ascienden a 6.000 millones.
Las empresas concesionarias boquean y las cifras del empresario privado no incluyen el coste de las oportunidades de mercado perdidas, los clientes que dejaron de serlo o los daños a las maquinarias y equipos detenidos. "Es básicamente la reducción de los ingresos de la actividad productiva nacional, por su participación en el PIB", sostiene Pérez Abad.
El impacto será duro durante el primer trimestre del año próximo porque caerá la inversión pública y son previsibles ajustes en el cambio para financiar el gasto, tipos de interés más elevados, mayor inflación y encarecimiento de los bienes y servicios.
El BBVA, propietario del Banco Provincial en Venezuela, calcula que el definitivo bloqueo de PDVSA, segunda del mundo en tamaño, con 60.000 operarios, y quinta en volumen de exportaciones, supondría una caída de exportaciones valorada en 1.723 millones de dólares mensuales, el 11% de los activos externos del Banco Central. "El impacto, de extenderse la paralización durante todo este mes, es de una caída del sector del 16,4% en el trimestre", señala un informe del banco español.
La mayor parte de las refinerías y 12.700 pozos continúan parados. El 80% de los ingresos petroleros, cercanos a los 50.000 millones de dólares en el año 2000, fueron destinados a pagar al capital petrolero internacional y a sufragar los pagos corporativos, según cifras oficiales.. Los ingresos corrientes de Venezuela para el año 2003 han sido calculados en 20.000 millones de dólares, de los cuales 10.000 son ingresos fiscales petroleros, a 18 dólares el barril. Este mes brincó hasta los 30 dólares.
"Sobran razones para derrocar a cualquier Gobierno cuya osadía dejase al descubierto las inmensas cantidades de dinero estafadas a la nación y los groseros privilegios acumulados por el movimiento meritócrata" (tecnocracia), señala el experto petrolero Víctor Poleo, en la órbita gubernamental. Los empresarios no petroleros también protestan. "Yo estoy arruinado, pero sigo hasta el final aunque tenga que despedir a los empleados. No aguanto a Chávez", comenta un ferretero, en una sobremesa de Caracas. Los datos patronales alarman: al menos el 35% de las pymes sufren problema de caja y financiación y algunas cerrarán.
Economía y política
Fedeindustria agrupa 6.000 con 350.000 trabajadores. Junto a los servicios y comercios, emplean a 2.800.000. Venezuela tiene 24 millones de habitantes y el 70% de su población laboralmente activa trabaja en el sector informal, en los tenderetes ambulantes y en la chapuza. "No hay ni una razón económica que impida el rebote de Venezuela, pero el escenario va a depender de que haya un acuerdo político que permita una salida institucional a la crisis", dice José Antonio Ocampo, secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La crisis no amaina y la crispación y el compromiso contra Chávez, impelen a Arnold Moreno, presidente de la Cámara Venezolana de Centros Comerciales, a pedir a sus compatriotas que "¡No nos compren; no nos compren!". Los principales centros comerciales de Caracas, con cinco millones de habitantes, secundan la huelga. La Cámara Venezolana de Centros Comerciales agrupa a más de 260 grandes complejos comerciales en todo el país, con tiendas de ropa, franquicias de comida, cines, artesanías y farmacias.
Los establecimientos asociados, el 70% de los cuales se sumó a la huelga, según los portavoces de las protestas, dejan de facturar diariamente entre seis y siete millones de dólares. "No voy a comprar nada ahorita. No voy a dar regalos a nadie sino en enero, cuando Chávez salga y se levante el paro. Diciembre sin Navidad, enero en libertad", señalaba una ama de casa opositora. La huelga es parcial fuera de PDVSA.
Los pequeños agricultores y las legiones de buhoneros, los ambulantes que invandieron buena parte de Caracas y otras ciudades, hacen su agosto con el cierre del comercio organizado. Son los principales actores de una economía de subsistencia. Venden de todo en las calles y su clientela procede del 80% nacional en la escasez, en la pobreza o en la miseria, cantera del electorado oficialista. "¡Viva el comandante!, ¡Viva Chávez!", celebraba un minorista de barrio.
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