El alivio de Galicia inquieta a Francia

Las manchas de fuel que franquean el límite imaginario entre el Atlántico y el Cantábrico han sacado a las autoridades francesas de la tranquilidad en que vivían desde mediados de noviembre gracias a los vientos que alejaban de sus costas la contaminación existente en el norte de España. Unas 80 manchas se encontraban ayer a 72 kilómetros del cabo Ortegal y, según las previsiones meteorológicas, durante los dos próximos días los vientos las impulsarán hacia el norte, alejándolas del litoral español y acercándolas a la costa atlántica de Francia.

Ninguna huella de contaminación procedente del Prestige ha llegado aún a la costa francesa. Las manchas más próximas procedían de limpiezas clandestinas realizadas por otros petroleros y deshechos industriales, según informaciones del Gobierno francés, cuyos aviones han fotografiado algunas de esas operaciones "salvajes" en alta mar.

Así pues, por el momento Francia se limita a mantenerse en alerta, sin que se hayan adoptado nuevas decisiones. Desde hace tres semanas está en vigor el "Plan Polmar", un conjunto de medidas preventivas para hacer frente a la eventual llegada de la contaminación. Parte de los pesqueros de San Juan de Luz, que fueron requisados para "pescar" las manchas, han sido desmovilizados tras participar en una campaña de entre seis y nueve días de captura de fuel en el Cantábrico, a la altura de Santander. Otros continúan trabajando junto a barcos de la Armada francesa, pero se ha comprobado que las redes barrederas que arrastran esos pesqueros tienen muchas dificultades para enfrentarse a manchas de fuel muy espesas.

Temor en Asturias

El temor, aunque el viento sopla del sur, también se ha instalado en Asturias. "Estamos en máxima alerta y preparando todo", admite la responsable de Seguridad del Gobierno asturiano, Fina Álvarez, informa Javier Cuartas.

Las miradas en esta comunidad se vuelven a dirigir hacia Estaca de Bares, en Lugo, el cabo más septentrional de la península y divisoria natural entre el océano Atlántico y el mar Cantábrico. Asturias y el País Vasco vienen reclamando desde principios de mes que se concentren en ese punto barcos succionadores que puedan atajar al menos parcialmente la propagación de fuel desde Galicia.

El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, declaró el sábado en el aeropuerto de Asturias: "Están activados los dispositivos que están en marcha, que son los reales y los dispositivos eficaces. Sobre otro tipo de propuestas, hay un grupo de coordinación que dirige el vicepresidente primero y es al que nos sometemos".