El sentimiento antiamericano marca las elecciones en Corea del Sur
La decisión de Corea del Norte de reactivar su programa nuclear y la política hacia EE UU, con el creciente antiamericanismo de los jóvenes surcoreanos, se han convertido en los puntos calientes de la campaña electoral y han dividido a los 35 millones de votantes que están citados mañana con las urnas para elegir al nuevo presidente de Corea del Sur.
La absolución en septiembre pasado por un tribunal militar de EE UU de dos soldados norteamericanos que en mayo mataron a dos jóvenes surcoreanas en un accidente de coche ha desatado una oleada de antiamericanismo, con enorme manifestaciones por todo el país, mucho mayores que cualquier mitin electoral. Los ánimos estaban inflamados desde que la Administración Bush decidió incluir al régimen de Kim Jong-il en el llamado eje del mal.
Kim Dae-jung, de 77 años y ganador en 2000 del Premio Nobel de la Paz por su política de reconciliación con Pyongyang, deja el poder -la Constitución no permite un segundo mandato- sin conseguir la deseada apertura del único régimen estalinista que aún queda en el mundo a pesar del apoyo mostrado a éste en contra de la opinión de Washington.
Roh Moo-hyun, candidato del gobernante Partido Democrático del Milenio (centro-izquierda), sigue la línea de Kim en cuanto al Norte, aunque ha preferido no tener el padrinazgo de éste debido a la rampante corrupción que ha salpicado a su Gobierno, que ha llevado a dos de los tres hijos del presidente a la cárcel y provocado dimisiones en cadena en su Administración.
Lee Hoi-chang, candidato del conservador Gran Partido Nacional, por el contrario, mantiene con respecto a Pyongyang una política muy semejante a la de EE UU, que pasa por estar a favor de la congelación del diálogo hasta que el Gobierno norcoreano desmantele su supuesto programa de fabricación del arma atómica.
37.000 soldados
Ambos candidatos, sin embargo, reconocen que es necesario revisar los acuerdos por los que Washington tiene estacionados en el sur 37.000 soldados y un importante arsenal, desde el fin de la guerra (1950-1953), que confirmó la división de la península. Aunque los sondeos están prohibidos durante la campaña electoral, los dos candidatos parecen igualados en la carrera hacia la presidencia.
Las protestas contra Washington han adquirido tal fuerza que la Cámara de Comercio e Industria de Seúl advirtió ayer de que pueden provocar una crisis económica en el país debido a que EE UU es el principal socio comercial surcoreano y a que ese clima frenará las inversiones norteamericanas.
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