Huelga de hambre en las Rías Bajas

La nueva marea negra ronda desde el fin de semana las Rías Bajas, y los marineros vuelven a sentirse indefensos ante la magnitud de la amenaza. Las promesas de ayuda que les han repetido la Xunta de Galicia y el Gobierno en los últimos días no acaban de concretarse, y en algunas localidades la tensión se ha vuelto a disparar ante el temor de que los marineros se vean abocados a luchar contra las manchas de fuel como hace dos semanas, con poco más que sus barcos y sus manos. El Ministerio de Fomento se ha ofrecido a pagar a los propietarios de las embarcaciones que salgan a contener el combustible, pero, de momento, no ha comprometido ninguna clase de apoyo logístico en el mar. "No queremos dinero, queremos medios", declaró indignado el patrón mayor de O Grove, Francisco Iglesias, que iniciará hoy una huelga de hambre junto al gerente de la cofradía de Cangas do Morrazo.

"Es una situación tan desesperada que hay que llegar a actitudes como ésta"

La indignación se desató ayer entre los representantes de algunas agrupaciones de pescadores de las rías de Arousa, Pontevedra y Vigo tras una reunión que mantuvieron con representantes de la empresa estatal de Salvamento Marítimo (Sasemar). En la entrevista se pretendían perfilar los detalles del convenio anunciado el día anterior por el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, para ofrecer un contrato con la Administración a los barcos que salgan a achicar fuel. Los representantes de las cofradías subrayaron que su necesidad más urgente es contar con apoyo logístico para combatir la marea negra antes de que llegue a las rías. Sasemar les pidió que se lo concretasen por escrito. Los representantes de algunas cofradías se indignaron porque sus reclamaciones ya se las habían entregado hace una semana a la Xunta, pero un portavoz de Sasemar alegó que este organismo desconocía hasta ayer las exigencias de los marineros.

Las cofradías piden desde bombas de achique para instalar en sus barcos hasta barreras oceánicas o un tipo de boyas especiales que pueden ser usadas por parejas de arrastreros para cercar el fuel. "Y que la Armada movilice sus barcos", añade el patrón mayor de O Grove. "Ellos tienen gabarras y otro tipo de buques que pueden ser útiles para bloquear las entradas de las rías". Francisco Iglesias dice estar "harto" de no encontrar un interlocutor único en la Administración. "Nos marean mandándonos de un organismo a otro. La semana pasada, la Xunta se comprometió a gestionar más material y lo único que tenemos son 1.000 metros más de barreras y tres skimmers (bombas de achique)". Si el fuel vuelve a amenazar la boca de las rías, coinciden varias agrupaciones de pescadores, la situación será casi la misma que hace dos semanas, cuando los marineros se echaron al mar con lo que pudieron para recoger el fuel con aparejos artesanales o con sus propias manos.

"Estamos más organizados y hemos perfeccionado nuestros propios medios artesanales", admite Juan Luis Otero, secretario de la cofradía de Illa de Arousa. "Pero de aportaciones públicas, nada de nada. Yo ya estoy cansado de mandar faxes a la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra". En Illa de Arousa tampoco quieren saber nada de la oferta de Álvarez Cascos para contratar barcos pesqueros que luchen contra la marea negra. "Aquí va a salir todo el pueblo, no los que vayan a decir ellos. Y no podemos consentir que unos cobren y otros no", insiste el secretario de la cofradía.

Francisco Iglesias, patrón mayor de O Grove, y Pablo Villar, gerente de la cofradía de Cangas, han anunciado que se pondrán a partir de hoy en huelga de hambre. "Es una situación tan desesperada que hay que llegar a actitudes como ésta", declaró Villar. "Desgraciadamente, se nos está acabando el tiempo y esto no se puede permitir en un estado moderno de la Unión Europea", clamó toda la cofradía de O Grove en un comunicado.

Pero no todo el sector está de acuerdo con este tipo de medidas de fuerza. Los mejilloneros se han avenido a negociar el plan de Fomento y están resignados a combatir el fuel con sus propios medios. "Ya se pataleará cuando llegue el momento, ahora no se puede pensar en otra cosa que en defender nuestro modo de vida", declaró Agustín Pose, presidente de la Agrupación de Mejilloneros de Cabo de Cruz. "Ya paramos la marea negra una vez y eso fue algo sin precedentes. Ahora que nos dejen en paz, que ya sabemos bien lo que hay que hacer".

El nerviosismo de los marineros se debe a la proximidad de una concentración de fuel de unas 35 millas de largo por 5 de ancho que los helicópteros de la Xunta avistaron ayer por la tarde a unos 10 kilómetros de las islas Cíes y Ons. La predicción meteorológica anuncia fuertes vientos para hoy y mañana que, en caso de empujar el fuel hacia las bocanas de las rías, dificultaría enormemente el trabajo de las pequeñas embarcaciones que han servido hasta ahora para defender los grandes bancos marisqueros del sur de Galicia.