Los mayores andaluces piden una cotización para cobertura social

Los mayores andaluces son partidarios de que se cree una cotización obligatoria para un seguro social, un modelo que ya se aplica en países centroeuropeos y que según sus cálculos apenas supondría un 0,7% más de las actuales retenciones de la nómina. La propuesta fue aprobada por el VI congreso de la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM) que se reunió esta semana en Benalmádena.

La FOAM alerta de que, ante el envejecimiento de la población y la progresiva desaparición de la mujer como cuidadora, deben empezar a preverse las medidas para que la cobertura social -residencias o ayuda domiciliaria- sea un derecho de todos.

El secretario general de la federación, Manuel Ataide, explica que en la actualidad sólo tienen garantizada esa asistencia los mayores con solvencia económica, que acuden a recursos privados, o quienes poseen tan pocos ingresos que acceden a los públicos.

"La idea es que el trabajador cotice para una prestación futura en servicios, que sea similar a la cobertura de los medicamentos, donde una parte corre por cuenta del usuario y otra la asume la administración", explica Ataide. La federación insiste en que la oferta de recursos públicos es escasa frente a la demanda. "En la actualidad esos servicios son graciables y no llegan a todos los ciudadanos", apunta.

Según la FOAM, bastaría con que el empleado cotizara un 0,7% y el empleador aportara otro tanto. Esos aportes le asegurarían en el futuro prestaciones sociales como residencias o ayuda a domicilio. El sistema ya funciona en Alemania. Además, según la federación, el llamado seguro de dependencia no sólo beneficiaría a los mayores sino a cualquier persona con una minusvalía.

Para la FOAM, la puesta en marcha de esta cotización además de garantizar asistencia social a los mayores, supondría la creación de unos 25.000 puestos de trabajo en Andalucía, ya que la atención a la tercera edad es uno de los mayores yacimientos de empleo.

Otra de las reivindicaciones del congreso es el incremento global de las pensiones. Según los datos de la FOAM, dos de cada tres andaluces mayores de 65 años viven por debajo del umbral de la pobreza. De ahí que los más de 200 participantes del encuentro hayan propuesto que las pensiones más bajas se equiparen al salario mínimo interprofesional y que el complemento por cónyuge a cargo (66 euros) se convierta en una jubilación para la mujer, siempre que los ingresos familiares no superen los topes establecidos para las pensiones no contributivas. Además, el congreso ha solicitado que la pensión de viudedad de la mujer (que ahora equivale al 47% de la que cobraba el marido) sea igual a la que le queda al hombre cuando fallece la esposa, y que representa en torno al 90%, ya que pierde el complemento por cónyuge a cargo.