Chile y EE UU se dan la mano en el comercio

Un impulso decisivo a su estrategia de diversificar y ampliar mercados dio esta semana el Gobierno chileno al llegar a un acuerdo con el de EE UU para suscribir un Tratado de Libre Comercio (TLC), que permite el libre acceso inmediato al mercado norteamericano, sin aranceles, al 87% de sus exportaciones a ese país y para el resto de los productos en un plazo de 12 años. En contrapartida, incluye restricciones al encaje de capitales y la exigencia de una mayor defensa de la propiedad intelectual.

El acuerdo fue alcanzado después de dos años de negociaciones -aunque los esfuerzos de Chile para mejorar el acceso al mercado norteamericano partieron en 1991- y deberá ser ratificado por los parlamentos de ambos países antes de entrar en vigencia, lo que se espera ocurra el próximo año. Para EE UU, implica un avance en su búsqueda de constituir un Acuerdo de Libre Comercio (ALCA) continental en 2005.

El acuerdo permite el libre acceso inmediato al mercado de EE UU, sin aranceles, al 87% de las exportaciones chilenas a ese país

Una ola de optimismo recorrió el país después del anuncio. Según los cálculos de las autoridades, el crecimiento del PIB aumentará un 0,8% adicional cada año cuando estén operando los acuerdos de libre comercio concretados en 2002 con la Unión Europea, Corea y Estados Unidos. Desde la recuperación de la democracia, en 1990, la estrategia del país, que tiene un mercado pequeño con una población de 15 millones de habitantes, ha sido negociar apertura y ya están vigentes acuerdos con Canadá y México, ha culminado otro con Centroamérica, y se anunció la búsqueda de un TLC con Singapur y Nueva Zelanda, mientras se espera en 2003 iniciar negociaciones con India y Bolivia.

Más inversión

Los acuerdos han atraído a la inversión extranjera, que en muchos casos se instala en este país como en una plataforma para exportar hacia otros mercados. "Con la firma de este tratado se abren muchas oportunidades de progreso que los chilenos tenemos que ser capaces de aprovechar para dar un salto adelante en nuestro desarrollo, para generar más trabajo, más empleo, más crecimiento", afirmó el presidente Ricardo Lagos en un mensaje al país.

Los empresarios y partidos políticos apoyaron el TLC, aunque hubo cierta decepción entre los agricultores cuando supieron de las cuotas que impuso Washington a la leche y en otros casos porque la desgravación tardará 12 años. Pero la gran mayoría de los empresarios locales cree que logró mejor acceso a un mercado que representa el 20% de las exportaciones de bienes chilenas. Entre los sectores más favorecidos están los textiles y vinos, aunque todos los productos que Chile exporta a EE UU (entre ellos cobre, frutas, papel y pescados), tendrán arancel cero en 12 años y viceversa (bienes de capital, computadores, autos).

El TLC también fija un mecanismo de solución de controversias, abre un cupo anual renovable de ingreso a EE UU para 1.400 profesionales, la posibilidad de que las empresas chilenas participen en las licitaciones estadounidenses iguales o superiores a 50.000 dólares y en las compras de 37 de los 50 Estados. En materia laboral y ambiental ambos países se comprometieron a respetar su propia legislación.