Aznar quiere que la UE flexibilice sus métodos para indemnizar por catástrofes
El presidente del Gobierno, José María Aznar, ha prometido que no irá a Galicia hasta que pueda llevar "soluciones bajo el brazo", pero parece poco probable que pueda hacer acopio de nuevas medidas en el Consejo Europeo inaugurado ayer en Copenhague. El objetivo del presidente es convencer a la UE para que "flexibilice" sus mecanismos financieros a fin de que pueda destinar ayudas para indemnizar a los damnificados del Prestige, según fuentes gubernamentales.
Al margen de esto, el Gobierno español pretende incluir un par de párrafos en las conclusiones del consejo, en apoyo de las medidas ya aprobadas por los ministros Transportes y Medio Ambiente, a fin de darles la fuerza política necesaria para que prosperen en el terreno de los hechos.
Los esfuerzos españoles se concentran en superar las dificultades que encuentra la aplicación al Prestige de los medios financieros comunitarios ya disponibles. El principal de todos ellos, el fondo de solidaridad creado el pasado verano a raíz de las gravísimas inundaciones registradas en Alemania, admite mal la marea negra, ya que, en principio, sólo cubre catástrofes naturales. Incluso si se superara ese obstáculo, quedan condiciones como la de que sólo se pone en funcionamiento para daños superiores a los 3.000 millones de euros o que excedan del 0,6% del PIB del país afectado. Fuentes gubernamentales entienden que, al menos de momento, resultaría difícil presentar a Bruselas una reclamación para Galicia por un importe tan elevado.
Fondo de solidaridd
El fondo de solidaridad, que se constituyó con una dotación de 1.000 millones de euros para este año, está además muy bajo debido a los estragos que el agua causó en Francia e Italia, después de Alemania. Aznar pretende que la Comisión movilice otros recursos, como los fondos regionales, que ya se aplicaron al caso alemán, y el presidente Romano Prodi coopera en ello. Pero subsisten problemas, entre otros la propia dificultad que el Gobierno español encuentra a la hora de evaluar los daños causados por una marea que parece lejos de haber terminado.
El Partido Popular Europeo aprobó ayer una declaración en la que "lamenta" la catástrofe, apoya la línea de actuación del Gobierno español, invita a la UE a "utilizar todos los instrumentos financieros disponibles", y celebra las medidas adoptadas.
A diferencia del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, del francés, Jean-Pierre Raffarin, o del portugués José Manuel Durao, que hicieron declaraciones al final del encuentro, Aznar rehuyó a la prensa.
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