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Bagdad asegura a la ONU en un informe de 12.000 folios que no tiene armas prohibidas

El presidente de Estados Unidos acoge con escepticismo la declaración iraquí

En un informe de casi 12.000 páginas, Irak volvió a asegurar ayer que no posee armas de destrucción masiva. Las autoridades de Bagdad cumplieron el plazo fijado por la ONU y entregaron una relación detallada de su programa armamentístico y de instalaciones de posible doble uso (civil y militar). El extenso documento se espera esta noche en Nueva York, pero los miembros del Consejo de Seguridad no lo recibirán hasta que la agencia de desarme (Unmovic) lo examine y traduzca, un proceso que tardará varios días. El presidente George W. Bush acogió la declaración con escepticismo.

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Antes de entregarlo oficialmente a los inspectores, las autoridades iraquíes dejaron que las cámaras de televisión filmaran las carpetas rojas y azules con el sello del Gobierno iraquí en las que se podía leer en inglés "Declaración completa, precisa y actual" de los diversos programas militares e industriales. Las casi 12.000 páginas también venían acompañadas de varios CD-Rom.

En la presentación a la prensa, el general Husán Mohamed Amín, encargado de las relaciones con los inspectores, subrayó que el informe "responderá a todas las preguntas que se nos han hecho sobre nuestras actividades y equipamientos". Amín repitió que "Irak está libre de armas de destrucción masiva". El general indicó que el documento "contiene información detallada sobre las empresas y los Estados que han ayudado a Irak a desarrollar sus programas" armamentísticos. "Si Estados Unidos tiene un mínimo de honestidad y coraje, debe aceptar este informe y reconocer que es la verdad".

En Washington, Bush reaccionó con cautela y desconfianza. "La declaración debe ser creíble, precisa y completa; de lo contrario, el dictador iraquí habrá demostrado al mundo que una vez más ha elegido no cambiar de actitud". El presidente estadounidense anticipó que la Casa Blanca tardará unos días en comunicar sus primeras impresiones: "Valoraremos la honestidad de la declaración después de haberla examinado detenidamente, y eso llevará tiempo", dijo en su mensaje radiofónico semanal.

El Gobierno estadounidense piensa que el informe es una nueva táctica de dilación para confundir a la ONU, sumergiéndola en miles de páginas de información insustancial, y sigue asegurando que Sadam Husein nunca ha dejado de fabricar armas biológicas, químicas y nucleares.

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El documento debería llegar esta tarde noche a Nueva York y Viena, respectivamente, sedes de Unmovic y de la OIEA (el Organismo Internacional de la Energía Atómica), cumpliendo con el plazo fijado hace exactamente un mes por el Consejo de Seguridad. La resolución, aprobada por unanimidad, advierte de "serias consecuencias" si Bagdad oculta datos. Unmovic tiene listo un equipo de 15 personas para analizar la declaración iraquí. Examinará y traducirá el informe, expurgándolo de posibles "recetas" para crear armas de destrucción masiva, antes de entregarlo a los 15 miembros del Consejo. Es probable que los cinco permanentes (EE UU, Rusia, China, Reino Unido y Francia) reciban copias antes que el resto de sus colegas.

"Lo que tardemos dependerá de la cantidad y de la nueva información que contenga", dijo el portavoz de Unmovic, Ewen Buchanan. "Lo compararemos con lo que ya sabemos. Tenemos una base de datos con un millón de páginas". No es la primera vez que Bagdad entrega un informe "definitivo" sobre su arsenal. Los archivos de Unmovic guardan muchas declaraciones "finales" entregadas por Irak en los 11 últimos años.

El jefe de los inspectores, Hans Blix, ha pedido a todos los miembros de la ONU, y muy especialmente a Estados Unidos, que aporten todo los datos confidenciales de los que disponen para ayudarle a cotejar el nuevo informe. Blix tiene las preguntas pendientes que dejaron sin resolver sus predecesores y piensa pedir "pruebas" si los detalles no concuerdan.

"El gas mostaza no es como la mermelada (...), los misiles no son paraguas", aseguraba Blix recientemente al indicar que las armas de destrucción masiva dejan rastros. Lo más difícil será detectar "instalaciones móviles tanto biológicas como químicas. También las instalaciones subterráneas". Unmovic tiene previsto entregar su primer informe sobre el programa de armamentos iraquí el próximo 27 de enero, aunque ya ha asegurado que tardará al menos un año en obtener resultados concretos. Es poco probable que EE UU quiera esperar tanto.Mientras, los inspectores reanudaron su trabajo tras dos días de receso por la fiesta del fin del Ramadán al verificar instalaciones ya listadas por sus predecesores. El equipo de Unmovic visitó el complejo industrial Al Quds, a unos 30 kilómetros de Bagdad, donde se fabrican piezas de artillería y tecnología para los cohetes Katiusha, autorizados por la ONU al ser de corto alcance (no superior a 150 kilómetros).

Un segundo grupo, compuesto por personal de la AIEA, volvió a visitar por segunda vez esta semana la central de Al Tuwaiza, que desarrolla, bajo supervisión de la propia agencia, un programa de energía nuclear de uso civil. El lugar albergó el reactor nuclear Osirak, bombardeado en 1981 por Israel tras recibir informes de que Sadam Husein trataba de fabricar una bomba atómica. Las instalaciones también fueron atacadas en 1991 y 1998.

Funcionarios iraquíes mostraban ayer a la prensa en Bagdad las miles de páginas del informe.
Funcionarios iraquíes mostraban ayer a la prensa en Bagdad las miles de páginas del informe.REUTERS

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