Barghuti, líder de la Intifada, se rebela contra Arafat
"Ha llegado el momento de partir para muchos de los líderes y oficiales palestinos, tras haber fracasado en su misión y en sus responsabilidades", ha asegurado desde la profundidad de una cárcel israelí Marwan Barghuti, el líder indomable de la Intifada, máximo responsable de las milicias populares de los Tanzim, en unas declaraciones por escrito dirigidas la Asociación de Periodistas Extranjeros. Aunque las manifestaciones de Barghuti no hacen una referencia concreta a Yasir Arafat, en medios políticos palestinos se da por sobreentendido que las críticas afectan al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, con el que Barghuti mantiene desde que se inició la Intifada un enfrentamiento abierto.
Las declaraciones del dirigente preso se producen en un momento crítico para Arafat, mientras crece el aislamiento del presidente, quien trata de ganarse el apoyo y la confianza de Israel, y también crece la popularidad de Barghuti en la calle palestina. En el centro del debate entre Arafat y Barghuti se encuentra la forma de dirigir y actuar en la Intifada. Mientras la Autoridad Nacional Palestina considera que la "Intifada armada ha sido un error", según han declarado recientemente varios colaboradores de Arafat, Barghuti preconiza la lucha, a la que considera "un derecho sagrado para los palestinos frente a la ocupación; nadie debiera olvidar que el pueblo palestino negocio durante diez años".
Ayer coincidiendo con este debate en la cúpula palestina, una mujer de 95 años, vecina de la región de Ramala, moría tiroteada por la espalda cuando salía de un centro medico asistencial y se disponía a volver a su casa. El Ejército, que aseguró en un principio que la mujer fue tiroteada cuando trató de eludir un control militar, acabó reconociendo que había sido un error, cometido por un soldado, que disparó sin esperar órdenes.
Por otra parte, el responsable de Información del Mosad (el servicio secreto israelí) ha reconocido ante la comisión de Defensa y Exterior del Parlamento de Jerusalén, que la central del espionaje israelí había recibido información en la que se anunciaba un atentado terrorista en África, y que "incluso se pronunció el nombre de Mombasa", pero añadió que los datos eran imprecisos y vagos, por lo que no creyeron conveniente tomar medidas de precaución .
