El Gobierno afirma en los foros internacionales que actuó con gran rapidez en la crisis del 'Prestige'

Lejos de aceptar las críticas provocadas en España y en el extranjero por su gestión de la crisis del Prestige, el Gobierno español aprovechó ayer la celebración en Londres de la 89 asamblea de la Organización Marítima Internacional (OMI) para defender su actuación y en particular la "rapidez" de su reacción.

El embajador de España en Londres y representante permanente ante la OMI, marqués de Tamarón, pronunció una larguísima intervención que despachó en apenas dos folios el relato de la crisis del petrolero hundido ante las costas gallegas y ocupó otros cinco en pedir medidas de prevención para futuras contingencias.

Una nota difundida por la embajada subraya que "tras la intervención española tomaron la palabra varias delegaciones (Francia, Filipinas, Portugal, Marruecos, Islandia...) que manifestaron su solidaridad y su pesar por la extrema gravedad de lo ocurrido y felicitaron al Gobierno de España por la rapidez y eficacia de las medidas adoptadas para poner a salvo a la tripulación del buque".

El embajador insistió en que el barco, procedente de Letonia y cargado con 77.000 toneladas de fuel, tenía como destino Gibraltar -lo que niegan tanto Londres como Gilbraltar- y que sólo tras sufrir la avería "el armador, cambiando lo hasta entonces dicho por su capitán, aseguró que el Prestige se dirigía en realidad a Singapur". Tras insistir en la rapidez de la reacción española, el embajador aseguró que "las operaciones subsiguientes se centraron en evitar la masiva contaminación de las costas gallegas" y, "con este motivo, se comenzó a alejar el buque de la costa".

Sin explicar ni la extensión ni el alcance del daño causado por la marea negra en el litoral de Galicia, el embajador aseguró que "España ha adoptado medidas preventivas ante la contaminación marina y ha iniciado las tareas de limpieza y recuperación del litoral afectado".