La Xunta amplía a 500 kilómetros la zona de veda de pesca tras entrar fuel en el Cantábrico
Tres barcos comienzan a limpiar el vertido principal mientras Francia se pone en alerta
La Xunta de Galicia ha decidido extender hasta Cedeira, localidad situada al norte de Ferrol, la zona en la que está prohibido pescar, con lo que el área de veda supera ya los 500 kilómetros. La decisión se adoptó después de que las primeras bolsas de fuel del Prestige entraran en el Cantábrico. Una avanzadilla de un grupo de 20 manchas "de color marrón, forma circular, gran densidad y con un diámetro aproximado entre uno y cuatro metros" superó en la madrugada de ayer Estaca de Bares, la punta rocosa que marca la separación tradicional entre el océano Atlántico y el mar Cantábrico.
La Consellería de Pesca anunciará hoy la extensión hasta Cedeira de la prohibición de la pesca de cerco y artes menores, así como del marisqueo. La zona de veda se extendía hasta anteayer por unos 450 kilómetros de la costa y ahora supera los 500 kilómetros, desde Ribeira, en el límite de las Rías Bajas, hasta la embocadura del Cantábrico. La información facilitada por el Centro de Control del Medio Marino de la Xunta indica que las primeras manchas de fuel ya han cruzado la línea divisoria entre el Atlántico y el Cantábrico, a unas cinco millas (nueve kilómetros) al norte de Estaca de Bares.
La entrada en las estribaciones del Golfo de Vizcaya, Gascuña para los franceses, ha llevado la inquietud a las autoridades galas. La Prefectura Marítima del Atlántico, con base en Brest, indicó ayer que su "prioridad" será dar "una respuesta rápida" a las manchas que han doblado Estaca de Bares y "pueden ser una amenaza" para la costa francesa, informa France Presse. La mayor amenaza serían tres manchas de unos tres kilómetros de diámetro cada una, según la Prefectura.
El helicóptero Pesca II rastreó un segundo grupo de bolsas alquitranadas a la altura del Cabo Ortegal, también a cinco millas de la costa y siguiendo la ruta de las primeras. Un tercer grupo navegaba en paralelo al segundo, a diez millas de Ortegal.
El mismo aparato sobrevoló la zona comprendida entre Ribadeo y Cabo Ortegal, a unas 12 millas, y las rías de Cariño, O Barqueiro y Viveiro "sin localizar manchas ni en la costa ni dentro de las rías". La información facilitada ayer por la Delegación del Gobierno en Galicia añade que "se sigue alejando la posibilidad de que el vertido alcance a la zona de las Rías Baixas y a la costa de Portugal".
Un segundo helicóptero, el Pesca I, sobrevoló ayer todo el frontal de las Rías Bajas. Localizó en la entrada de la ensenada de Fisterra "rastros estrechos" de hidrocarburo, de unos tres metros de ancho por 50 de largo, "frente a la playa de Carnota, el sur de las islas Lobeiras y al norte de la ría de Corcubión". La mancha principal, por su lado, ha avanzado más de 30 kilómetros hacia la costa.
Los gallegos, mientras tanto, siguen preparándose en tierra para lo que viene. La Comisión de Seguimiento del Vertido informó ayer de que más de 600 personas "coordinadas por la Administración General del Estado" están trabando en la retirada de la suciedad del Prestige en 136 playas de A Coruña. El delegado del Gobierno, Arsenio Fernández de Mesa, agregó que en los próximos días serán 1.270 las personas contratadas para limpiar.
Por el momento se han recogido de las playas 1.245 toneladas de hidrocarburos. Mientras, la mejora de las condiciones meteorológicas ha permitido a los buques Rjndelta (Holanda), Ailette (Francia) y Sertosa (España) aspirar crudo "en la zona próxima a la mancha principal del vertido, situada a unos 150 kilómetros de la costa de Finisterre". Uno de estos barcos sorprendió a un buque limpiando sus tanques ayer mismo en la zona del vertido.
Además, el barco Punta Mayor está recogiendo vertidos en las rías de Muros y Noia, mientras otros 11 buques vigilan la evolución de las manchas. El Gobierno asegura que en la próxima semana llegarán "cuatro nuevos barcos para ayudar en las tareas de limpieza desde Alemania, Reino Unido, Bélgica y Holanda". También sigue el acopio de material antivertido y ya se dispone de 25.000 metros de barreras flotantes.
Lisboa baliza las manchas
Las autoridades portuguesas ha colocado sobre las manchas principales del fuel derramado del Prestige sendas "boyas de deriva", para conocer con precisión la marcha de las máculas y hacer predicciones. Las boyas fueron colocadas el día 21 por técnicos del Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM), que llegaron a la zona en un helicóptero Puma de la Fuerza Aérea. Las boyas de deriva están compuestas por un transmisor vía satélite asentado sobre tres flotadores oceanográficos. Un lastre de unos 50 kilos de peso impide el vuelco de las balizas y fomenta la deriva.
El transmisor envía una señal continua sobre su posición al satélite, que la rebota a un transmisor en Francia y, de allí, la información llega a Portugal. Con esos datos, el IHM ofrece la situación exacta de las manchas y previsiones a dos días vista. España, por su lado, no tiene balizadas las manchas, pero sí las sobrevuela. Los mapas de situación y deriva del fuel pueden consultarse en la página de la Xunta de Galicia (www.ccmm-prestige.cesga.es) y en la del IHM (www.hidrografico.pt/hidrográfico).
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