_
_
_
_

Una encuesta descubre que 1,5 millones de españoles compra música en el 'top manta'

La SGAE revela que el 62% de los que adquieren discos piratas no pisa las tiendas legales

Menor de 34 años (79,3%), de clase media-media (41,3%), residente en Madrid (donde la cuota de mercado pirata es del 41%), prefiere la música en español (69%), no compra discos si no es en la manta (62%), lo hace porque es barato (90,5%) y compra el doble que el cliente de música legal (3,45 discos al trimestre frente a 1,6). Ése es el perfil del consumidor de música pirata español, según un estudio de la SGAE conocido ayer. Actualizado el 15 de octubre, revela que el 5% de la población total (el 12,3% de los que compran discos) es asiduo al top manta: 1,5 millones de ciudadanos.

El Seminario Internacional sobre El fraude a la creación intelectual se clausuró ayer en el Instituto Francés de Madrid con un firme compromiso de la SGAE, la industria, los políticos y las fuerzas de seguridad: es imprescindible atajar el fraude de la piratería, que roba a los creadores, las empresas y Hacienda unos 150 millones de euros anuales, antes de que se haga crónico.

Ayer, mientras representantes de la industria como Carlos San Martín, director de Muxxic, reclamaban una vez más la rebaja del IVA de lujo (16%) que grava los discos al nivel del de los libros (el 4%), la SGAE hacía públicos nuevos datos acerca de los hábitos de consumo de música pirata, una actividad que parece muy relacionada con el precio (el 90% de los que compran en la manta dice hacerlo porque es barato) y que tiene un nicho de mercado minoritario (el 12,3% de los compradores totales), pero formado por gente poco aficionada a adquirir música si no es pirata: el 62% de los 1,5 millones de compradores de música ilegal confiesa que lo hacen exclusivamente en puestos ilícitos.

Y lo hacen, además, con bastante más fruición que los compradores legales: 3,45 discos ilegales al trimestre como media, lo que dobla de largo la media de 1,6 discos cada tres meses que consume el cliente de los canales legales. El consumo medio anual de esos 1.503.000 españoles es, pues, de 13,8 ejemplares por cabeza, lo que da un total de 20,7 millones de copias piratas, y un nivel de fraude discográfico de un 22,9% del total (es decir, que de cada 100 nuevos discos adquiridos, casi 23 son tostados).

La encuesta La incidencia del delito de la piratería discográfica en España, elaborada por el Centro de Investigación del Mercado del Entretenimiento y la Cultura (CIMEC) y Millward Brown a partir de 4.400 encuestas telefónicas, es muy útil también para identificar el target comercial de los piratas: un 54% de los compradores de música ilegal tiene entre 15 y 24 años; el 25,3%, entre 25 y 34 años. Entre ambos, suman el 79,3% de los consumidores de música ilegal.

Pero hay más: el 20,9% de los jóvenes de entre 15 y 24 años que compra música lo hace en la manta. Y la cifra de compradores de discos piratas se dispara en la universidad, que aporta un 13,3% del total. El porcentaje de población universitaria que compra en la manta es del 10,4%, lo que duplica el 5% global. Entre los universitarios, el 20,6% de los que compran prefiere la manta.

La encuesta también revela claramente que el éxito de la piratería va por regiones. La incidencia es mucho mayor en la zona centro (donde un 33,4% del total de compradores de música opta por la manta) y Andalucía (el 30,3%), que en el norte (del 9,6% de País Vasco y Navarra al 12% de Aragón, Cataluña y Baleares) o levante (donde sólo el 7,7% compra piratas).

Pero quizá la gran sorpresa del estudio es ese 62% que compra música ilegal y declara que jamás compra un disco original, legal. ¿Significa eso que la manta ha captado clientes a los que que la industria discográfica no puede llegar? Según Pedro Farré, coordinador de la Oficina de Defensa de la Propiedad Intelectual de la SGAE, ésa no es la pregunta adecuada: "Esos compradores de música ilícita son compradores potenciales de música. La música es sólo la música legal. Al valorar las pérdidas para la cadena de valor del mercado, nosotros contabilizamos como compradores de música a todos, a los que compran música legal y a los que compran música ilegal, porque éstos acuden sólo a las copias baratas, sí, pero al fin y al cabo compran música. Y si no existiera la música ilegal quizá comprarían la legal".

Por grandes ciudades, Madrid conserva el deshonor de ser la capital de la piratería, con un 41,7% de incidencia, seguida muy de cerca por Granada (40,7%), cuyo Ayuntamiento, informó ayer la SGAE, acaba de suscribir un convenio comprometiéndose a erradicar el top manta.

En Sevilla se adquieren un 31% de copias ilegales, y en Alicante, un 17,7% Las cifras son mucho más moderadas en los casos de Barcelona (10%) y Valencia, con un 6,4%.

El informe revela otro dato que muchos intuían: la piratería es más dañina para los artistas que cantan en español que para los foráneos. El 69,1% de los discos que exhiben y venden las mantas corresponden a grupos o solistas españoles o hispanoamericanos, mientras que el 28,6% son discos en inglés y el 2,3% corresponde a "otros" (jazz, clásica, electrónica...).

En el mercado legal, la música en nuestro idioma representa el 56,3% de los discos despachados; la foránea, el 32,4%, y los estilos instrumentales suman el 11,3%.

El estudio establece también un ranking de ventas en los puestos ilegales, y aunque la mayoría de artistas más vendidos son de la primera hornada Operación Triunfo, sorprende ver cómo las listas cambian de ciudad a ciudad. Así, Chenoa es la más vendida en Barcelona, y en Sevilla se disparan las ventas piratas de artistas flamencos, que apenas aparecen en las listas de Madrid.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_