El PSOE propone limitar el gasto público en el 40% del PIB y aumentarlo según el crecimiento

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, propuso ayer poner un tope al gasto público del 40% del PIB y que éste se incremente en la misma proporción que la economía española cada año. "No se trata de gastar más, sino mejor", dijo el candidato socialista a la presidencia de Gobierno. El presidente del Gobierno, José María Aznar, replicó a Zapatero y calificó la propuesta de "insolvente", y dijo que es "muy difícil entender cómo propone un límite del 40% y, al mismo tiempo, unas iniciativas que suponen elevar el déficit público al 6% del PIB".

El Ministerio de Hacienda tardó un poco más que Aznar en responder a la propuesta de Zapatero. El gasto público total se situó el año pasado en España, según Hacienda, por debajo del 40% del PIB, lo que demuestra la "incongruencia" de la propuesta anunciada por el secretario general del PSOE, según fuentes oficiales. El estudio Actuación económica y financiera de las Administraciones Públicas en 2001, publicado por Hacienda el pasado 30 de octubre, indica que el gasto fue en concreto del 39,9% del PIB en 2001, equivalente a 259.929 millones de euros, frente al 40,2% de 2000.

No obstante, el secretario general del PSOE se aferró a la idea de que el modelo del PP no logrará hacer más competitiva a España y mucho menos de cara a la ampliación de la UE. Durante su conferencia en las jornadas de The Economist sobre El crecimiento económico de España: la competitividad como renta esencial a medio plazo, el líder de la oposición propuso un nuevo modelo económico basado en la productividad con empleo "estable y flexible", en la "excelencia del gasto público", el fomento de la competencia de los mercados, la transparencia de la gestión gubernamental y el incremento de la presencia de las inversiones españolas en el exterior.

'Nuevo modelo'

El nuevo modelo de Zapatero pasa también por solucionar los principales problemas de la economía española, que son, en su opinión, la inflación, la insuficiencia tecnológica, la falta de competitividad y la "baja calidad" de la superestructura económica y organizativa. Para empezar, Zapatero recordó que en 1998 España ocupaba el lugar 22 en el Índice de Competitividad Internacional y que ahora ha bajado al 25.

Para Zapatero, esta falta de competitividad de la economía española es una muestra más de que el modelo económico del PP "está agotado", debido a que se ha basado en un crecimiento del empleo precario, de la demanda coyuntural y sin incremento de la inversión productiva y de la moderación salarial "conseguida a costa de una inmigración desordenada y de jóvenes con remuneraciones bajas y horarios excesivos".

El secretario general socialista hizo hincapié después en la productividad de la economía española. Entre 1988 y 1996, creció un 1,9%, según el líder del PSOE, mientras que en los años en los que ha gobernado el Gobierno del PP (desde 1996) ha crecido sólo el 0,6%. Zapatero cree que para incrementar la productividad de la economía sin destruir empleo es necesario aumentar la inversión por empleado y en innovación tecnológica.

Otro de los problemas abordado por Zapatero fue el de la inflación. "Lo más preocupante" es que el repunte de la inflación coincide con la desaceleración económica, por lo que está afectando, especialmente, a las rentas más bajas y está dañando la competitividad de la economía. Zapatero propuso flexibilizar los mercados más cerrados a la competencia y llevar a cabo una política orientada a la oferta y a la productividad.

Finalmente, mencionó tres problemas que, en opinión del PSOE, no forman parte del debate público y que deberían serlo, como son la ampliación de la UE y sus consecuencias económicas, la caída de la cuota mundial de las exportaciones españolas desde 1996 y la caída de la calidad del turismo.

La propuesta de Zapatero de fijar en el 40% el gasto público fue respondida por el presidente del Gobierno con rapidez. Para Aznar, "es muy difícil entender cómo se puede establecer un límite del 40% y, al mismo tiempo, presentar unas iniciativas que suponen elevar el déficit al 6% del PIB". "El equilibrio presupuestario es fundamental, salvo que alguien quiera que tengamos déficit y dediquemos más recursos a pagar más intereses, a que puedan subir tipos de interés y a que tengamos que pagar más endeudamiento y que por consiguiente tengamos más tasa de inflación", añadió. "Eso", prosiguió Aznar, "lo enseñan en primero en una facultad de Económicas".

Para Jordi Sevilla, portavoz de Economía del PSOE, "Aznar demuestra que no tiene respuesta a propuestas concretas y sólo sabe descalificar".