Las mujeres, en silencio
Hace unos días, durante un congreso de mujeres poetas, un profesor chino de la Universidad de Pekín afirmaba que Federico García Lorca era el poeta occidental que más transcendencia tenía sobre los autores chinos de hoy. La directora teatral Tumadir Gibreel afirma que la obra de Lorca está absolutamente vigente, por su temática y personajes, en el Sudán de hoy. El poeta granadino parece haber sabido captar las nuevas tragedias que aparecieron en el siglo XX.
Después de haber sido perseguida por el régimen sudanés, Tumadir Gibreel rehizo su vida en Massachussetts (EE UU). Allí, como no podía encontrar actrices sudanesas que encarnasen a los personajes de Bernarda Alba en su versión en árabe, hizo una readaptación para un sólo personaje: una de las criadas que narraba el drama al público e iba adquiriendo la personalidad de cada una de las protagonistas según la situación.
Gibreel, que cuenta con más de una docena de obras en su haber, además de tres documentales para televisión, es una de las voces más destacadas de la oposición en el exilio y una feminista combativa. Eso la ha llevado a participar en la Segunda Semana Cultural de Yumma Africa, un encuentro de mujeres africanas que han debatido en Granada asuntos como la inmigración, la tradición y la modernidad o la globalización.
"Es alarmante", explica, "cómo en países como Sudán han bajado los índices de educación de la mujer, y cómo ha aumentado la hambruna y la pobreza. Cuando la religión y la política no estaban tan relacionadas como hoy, la situación de la mujer era mucho mejor, la vida cultural y económica era totalmente diferente a lo que es hoy".
"Las mujeres están hoy silenciadas", señala Gibreel que es, además, licenciada en Matemáticas y Magisterio por la Universidad de Jartún, en contabilidad por la Universidad de El Cairo. Como ocurre al final de la obra lorquiana, la mujer en el Sudán de hoy sólo escucha una orden: "Silencio. A callar. Silencio".
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