_
_
_
_

La Iglesia anglicana permite el matrimonio de los divorciados

La nueva norma abre las puertas a la boda del príncipe de Gales con Camilla Parker-Bowles

Los ingleses ya pueden casarse otra vez por la Iglesia aunque estén divorciados. La nueva norma, aprobada por la Iglesia Anglicana en su sínodo del mes de julio, fue ratificada el pasado jueves y es de aplicación inmediata. Su puesta en práctica, que los más críticos presumen será generalizada, depende sin embargo, de que el nuevo matrimonio cuente con el apoyo del sacerdote celebrante y de que no suponga un escándalo público. La más ilustre pareja que puede beneficiarse de la decisión es la que forman Carlos de Inglaterra y Camilla Parker-Bowles.

La decisión de la Iglesia Anglicana viene a regularizar una situación que ya estaba de hecho muy extendida. Cada año se celebran en Inglaterra unos 7.500 matrimonios en los que alguno de los contrayentes está divorciado. Hasta ahora se consideraba normal que un divorciado o divorciada pudiera casarse si su antigua pareja había fallecido. Desde ahora queda eliminado ese matiz y todos los divorciados podrán optar a celebrar las segundas nupcias bajo el cobijo de la Iglesia.

Más información
La Iglesia luterana podrá bendecir los matrimonios civiles entre 'gay'
La Iglesia Anglicana, al borde del cisma, debate sobre la homosexualidad en el clero

Sin embargo, no se trata de un derecho automático. El nuevo matrimonio deberá tener la bendición del celebrante y, al menos en teoría, debería estar justificado por una causa mayor. Las segundas nupcias sólo podrán celebrarse bajo 'excepcionales circunstancias', dice la norma.

Los más críticos denuncian que la Iglesia de Inglaterra ha roto una tradición de siglos y, lo que es peor, ha tomado una decisión que 'va contra las enseñanzas de Nuestro Señor', en palabras robadas a los evangelistas Marcos y Lucas por Margaret Brown, miembro seglar de la diócesis de Chichester, cuyo obispo fue el único que votó en contra de la nueva norma. 'Un segundo matrimonio puede ser lo mejor ante Dios', cree Carol Smith, enfermera psiquiátrica en la diócesis de York.

Las segundas nupcias bajo el paraguas eclesiástico tuvieron más apoyo entre los obispos (27 a favor, uno en contra) que entre los clérigos (143 a 44) y el voto laico (138 a 65). La prensa británica ha acogido la votación con cierta indiferencia. Tras cuatro años de debate, el triunfo del sí se esperaba desde la primera votación ampliamente favorable de julio pasado.

Aunque la medida beneficia sobre todo a miles de británicos divorciados que se han vuelto a emparejar, muchas miradas se dirigen ya al heredero de la corona británica, el príncipe Carlos, y su compañera de casi siempre, Camilla Parker-Bowles. El amor de Carlos y Camilla, que sobrevivió al matrimonio de él con Diana y de ella con el hombre que le dio su actual apellido, el mayor Andrew Parker-Bowles, se remonta a 30 años atrás y ha estado a punto de acabar con los Windsor: las infidelidades de Carlos con Camilla tienen mucho que ver con el fracaso de su matrimonio con Diana, la última princesa de Gales.

La relación entre Carlos y Camilla es cada vez más abierta y empieza a contar ya con la comprensión de los británicos. Todo el mundo sabe que viven juntos en la residencia oficial del príncipe de Gales en Highgrove. Las celebraciones del jubileo de la reina Isabel II han sido la excusa perfecta para que Camilla empezara a asistir a las recepciones oficiales casi como uno más de la familia.

Las encuestas de hace apenas dos semanas dicen que el 42% de los británicos está a favor de que Carlos y Camilla se casen y el 26% en contra. El 59% piensa que ese matrimonio debería celebrarse en la Iglesia. Pero sólo el 30% admiten que Camilla se convierta automáticamente en reina el día en que Carlos suceda a su madre y más de la mitad de los encuestados, el 52%, aún se opone. A los británicos no les importa que Camilla ocupe el sitio de Diana en la cama, pero otra cosa es sentarse junto a Carlos en el trono.

Camilla Parker-Bowles y el príncipe Carlos, ayer en Londres.
Camilla Parker-Bowles y el príncipe Carlos, ayer en Londres.ASSOCIATED PRESS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_