Uribe y Chávez acuerdan cooperar y resolver sus litigios fronterizos
Los presidentes de Colombia y de Venezuela pasan 11 horas juntos en su primer encuentro
Los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe, y de Venezuela, Hugo Chávez, acordaron impulsar el comercio bilateral y fórmulas para solucionar las diferencias entre los dos países fronterizos tras una larga reunión que terminó en la madrugada de ayer. Uribe y Chávez estuvieron reunidos durante 11 horas, el doble de lo previsto, en Santa Marta, al norte de Colombia. Es la primera reunión desde que el presidente de Colombia asumiera el cargo, en agosto pasado.
Chávez llegó con casi dos horas de retraso a Santa Marta, ciudad situada 1.100 kilómetros al norte de Bogotá y a menos de 300 de la frontera común, y tras el 'encuentro de trabajo' con Uribe declaró que la sesión 'desbordó todas las expectativas'. El gobernante venezolano rechazó los comentarios de que Uribe y él son 'como el agua y el aceite', al destacar que ambos son 'la misma agua' y tienen 'ganas de hacer cosas positivas para nuestros pueblos'.
'Estamos hablando de cosas concretas. Hay que aterrizar, hay que concretar', subrayó Hugo Chávez, quien destacó el 'sentido práctico' del nuevo presidente colombiano, a cuyo antecesor, Andrés Pastrana, consideraba exponente de 'la oligarquía bogotana'. Chávez se comprometió a respetar los asuntos internos de Colombia y reiteró que su país tiene 'las puertas abiertas' para respaldar un nuevo proceso de paz entre el Gobierno y las guerrillas colombianos. Entretanto, Uribe declaró que 'lo grave es mantenerse en disputas menores' y coincidió con Chávez en que el litigio limítrofe en el golfo de Venezuela, que surgió hace más de 50 años, no debe predominar en las relaciones colombiano-venezolanas. Uribe admitió los inconvenientes causados a Venezuela por la actividad de las guerrillas colombianas en la frontera común, de 2.219 kilómetros.
Los presidentes firmaron una declaración en la que se comprometieron a 'hacer cada vez más complementarias las economías de los dos países', cuyo intercambio fue el año pasado de unos 2.600 millones de dólares. Anunciaron su propósito de trabajar para 'garantizar la estabilidad de los mercados', de seguir combatiendo el tráfico de drogas y de firmar un acuerdo para frenar los actos ilícitos en materia aduanera.
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