Un caso de corrupción desata una grave crisis en la alianza de Gobierno en Chile
Un juez quiere procesar a seis diputados por tráfico de influencia
Un fuerte terremoto político sacude a la coalición gobernante tras el sorprendente fallo del juez Carlos Aránguiz, que al anochecer del viernes procesó por cohecho a tres ex funcionarios del Gobierno chileno por soborno a tres empresarios y pidió a la Corte de Apelaciones que levante el fuero parlamentario a seis diputados oficialistas. Un caso de corrupción denunciado por un empresario izquierdista que sacó a la luz el tráfico de influencias y la financiación oculta de campañas políticas se ha convertido en la mayor crisis de la alianza que hace 12 años logró desplazar del poder al ex dictador Augusto Pinochet, según reconoció ayer el propio presidente Ricardo Lagos.
La resolución del juez fue mucho más allá de lo esperado y salpicó a todos los partidos y a varias figuras conocidas. Uno de los procesados y detenidos es el presidente del Partido Radical Socialdemócrata (PRSD) y ex subsecretario de Transportes del actual Gobierno, Patricio Tombolini, y entre los seis diputados con petición de desafuero están el vicepresidente del Partido por la Democracia (PPD) y ex ministro Víctor Manuel Rebolledo; el jefe del grupo parlamentario del PPD, Aníbal Pérez; el socialista Juan Pablo Letelier, hijo del asesinado ex canciller Orlando Letelier; los democratacristianos Jaime Jiménez y Cristián Pareto, y Eduardo Lagos, del PRSD. Todos han alegado su inocencia.
Como el juez anunció que investiga posibles delitos conexos, los efectos pueden ser todavía mayores. Con el eventual desafuero de los seis diputados, la coalición gobernante perdería su mayoría en la Cámara baja, quedando empatada en votos con la derecha. Aunque la pérdida del fuero, al igual que en el caso Pinochet, requiere de un proceso previo que puede tardar meses, los partidos barajan la posibilidad de pedir la inhabilitación de estos parlamentarios para reemplazarlos por sus compañeros de lista en la última elección.
La Democracia Cristiana (DC) expulsó del partido el mismo viernes a los diputados Jiménez y Pareto, el PPD había suspendido la militancia a Rebolledo, mientras el Partido Socialista (PS) resolvió defender a Letelier, un dirigente emblemático en la defensa de los derechos humanos.
La derecha, con un pasado de escándalos, se alegra por una situación que puede allanarle el camino para llegar en 2006 a La Moneda.
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