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La violencia impide la negociación con el extremismo palestino

La muerte de un líder de Yihad reaviva las amenazas terroristas contra Israel

La muerte del líder de la rama militar de Yihad Islámica en el norte de Cisjordania, Iyad Sawalha, volvió a obstaculizar las negociaciones entre la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y las organizaciones islamistas radicales para poner fin a los atentados suicidas. Poco después, un soldado israelí fallecía en una explosión cerca del asentamiento de Netzarim a manos de Yihad Islámica. Israel impidió además que un dirigente de Al Fatah se entrevistara con representantes de Hamás en El Cairo.

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El líder espiritual de la Yihad Islámica, el jeque Abdalá Shami, amenazó con 'responder a este crimen mediante un ataque que será incluso más doloroso', después de ser informado del fallecimiento de Iyad Sawalha, que fue localizado en un zulo construido bajo el suelo de un apartamento del casco antiguo de Yenín. Por su parte, el presidente de la ANP, Yasir Arafat, salió de su derruida Mukata de Ramala para condenar lo que calificó de 'nuevo asesinato dentro de una serie de crímenes' y solicitar públicamente a la ONU que aplique sus resoluciones en Oriente Próximo con el mismo celo con el que lo hace en Irak.

La oficina del portavoz militar israelí negó que se tratara de un asesinato, asegurando que sus tropas intentaron detener al supuesto terrorista y que solamente abrieron fuego cuando éste se puso a disparar y a lanzar granadas. El recién nombrado titular de Defensa, Saúl Mofaz, justificó la acción diciendo que Sawalha estaba planeando nuevos atentados inminentes. La redada fue criticada por las organizaciones de derechos humanos, que acusaron a los servicios de seguridad israelíes de obtener la información sobre el paradero de Sawalha torturando a inocentes tras haber arrestado el día anterior y mantenido incomunicadas a la madre y hermana del supuesto terrorista.

El trágico desenlace de la operación hizo que las organizaciones islamistas radicales volvieran a ponerse a la defensiva, amenazando con redoblar sus esfuerzos por perpetrar ataques. De esta forma, las negociaciones que sus representantes en el exterior iban a mantener con los dirigentes del movimiento Al Fatah para poner una moratoria a los atentados suicidas contra ciudadanos israelíes volvieron a sufrir un nuevo revés. A esto se añadió el hecho de que las autoridades israelíes impidieran que uno de sus dirigentes, el coronel Samir Masharawi, se pudiera desplazar desde Gaza a El Cairo para continuar con unos contactos promovidos por el Gobierno egipcio y la Unión Europea, que, sin embargo, son contemplados con escepticismo por parte del Gobierno israelí.

Pocas horas después de la muerte de Sawalha, un oficial del Ejército israelí falleció y otro resultó herido como consecuencia de la explosión de una bomba en las inmediaciones de la colonia de Netzarim, situada en la parte central de Gaza, lo que hace prever más operaciones militares y, a su vez, una nueva escalada de la tensión en la franja.

Un soldado israelí detiene a un palestino ayer en Jerusalén.
Un soldado israelí detiene a un palestino ayer en Jerusalén.REUTERS

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