EE UU autoriza un test individual que detecta el sida en sólo 20 minutos
El uso del OraQuick se restringe por el momento a los hospitales y clínicas del país
La detección relámpago del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ha dado un paso espectacular en Estados Unidos con la aprobación de un análisis fácil y rápido que permite saber en 20 minutos, con un 99,6% de certidumbre, si el organismo contiene anticuerpos del virus. Los expertos en la lucha contra el sida estiman que la nueva técnica, al alentar al análisis y ofrecer resultados inmediatos, contribuirá a reducir los riesgos de extensión no intencionada de la enfermedad y permitirá adoptar medidas urgentes en caso de infección reciente.
La prueba es sencilla. Un sanitario extrae algo de sangre a la persona que quiere hacerse el análisis, deposita unas gotas en una solución y sumerge en ella una varilla que reacciona a la muestra: una marca rojiza significa que la solución sólo contiene las proteínas regulares y, por lo tanto, que no hay infección; dos marcas suponen la existencia de anticuerpos contra virus (y, por tanto, hay infección). El procedimiento con OraQuick lleva unos 20 minutos, aunque el proceso total se puede alargar hasta la hora.
En ambos casos se deberá realizar un nuevo análisis por métodos convencionales. En caso de infección, para confirmarla. En caso negativo para tener certeza de que no la hay, dado que pasan varias semanas desde el momento que una persona ha sido infectada con el virus hasta que el organismo produce los anticuerpos.
La rapidez y efectividad del análisis suscitó los raros elogios de Murray Lumpkin, director científico de la Food and Drug Administration (FDA), el organismo oficial que aprueba los medicamentos en Estados Unidos. 'Es un hito muy, muy importante', dijo Lumpkin al anunciar la aprobación del procedimiento. 'Es sencillo, certero y muy rápido', comentó el secretario de Sanidad, Tommy Thompson, que llegó al extremo de pedir por favor al laboratorio fabricante, OraSure Technologies, que solicite permiso para que el análisis pueda realizarse fuera de los hospitales. 'Así se podría aplicar en otros centro sanitarios y hasta ser administrado por trabajadores sociales en centros de asesoramiento sobre el VIH', señaló Thompson
El objetivo es llegar cuanto antes a los grupos de más alto riesgo (drogodependientes, prostitutas, vagabundos...) de naturaleza poco propensa a acudir a los hospitales y clínicas a los que, por ley, se limita ahora la realización de los análisis. Tales centros, unos 40.000 en todo el país, deben disponer de laboratorios que cumplen determinados estándares y personal con cualificaciones específicas. No hay planes para que el kit esté disponible para uso privado en casa, como los sistemas de detección del embarazo con los que ha sido comparado.
OraSure calcula que necesitará unos 45 días para fabricar unas 50.000 unidades que estarían a disposición de los usuarios al filo del Año Nuevo, según Micheal Gusling, presidente de la compañía, que tomó la palabra a Thompson y anunció que va a solicitar a la Administración el permiso que rebaja las exigencias clínicas para la prueba.
OraQuick no es el primer sistema rápido. Hay otro que tarda 90 minutos en dar resultados, pero el nuevo, además de ganarle en tiempo, le gana en sencillez. Hasta ahora los análisis requieren una doble visita, la segunda al cabo de una o dos semanas para conocer el dictamen. En Estados Unidos, casi la mitad de los 2,5 millones de personas que se someten anualmente a la prueba en clínicas públicas -otros 15 millones se analizan en centros privados- no acuden a recoger los resultados. La mayoría son negativos, pero entre 8.000 y 10.000 de los positivos quedan sin comunicar. En el país hay unas 900.000 personas infectadas con el VIH, de las que 250.000 ignoran su situación.
Las autoridades esperan que la facilidad y rapidez del procedimiento aliente a realizarse la prueba a quienes sospechan que pueden haber sido infectados. El nuevo análisis permite también reaccionar con rapidez en casos de recién nacidos cuyas madres no se sometieron a análisis previos o de personal sanitario que queda infectado en el ejercicio de su trabajo. En ambas situaciones una terapia urgente puede frenar la aparición del síndrome.
En otros casos, el diagnóstico temprano permitirá a la persona afectada tomar medidas para evitar extender la infección. También se ha hecho notar que en estos momentos en que se habla de una posible vacunación generalizada contra la viruela en caso de bioterrorismo, los portadores del virus del sida quedarían exentos porque la vacuna representa para ellos un riesgo mortal.
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