La angustia de la espera
La última vez que Julia (nombre supuesto) tuvo una relación sexual de riesgo, no lo dudó: acudió a un laboratorio privado del centro de Madrid para que le hicieran la prueba del sida. Pagó unos 80 euros, y obtuvo el resultado -'negativo, afortunadamente'- en 48 horas.
La 'angustia' ante un posible resultado positivo hizo que Fernando (tampoco es su nombre) retrasara sus análisis 'hasta que una hepatitis destapó que era seropositivo', recuerda. 'Lo peor no era saber si tenía el virus [su novio también es portador], sino que era incapaz de esperar a que me lo dijeran', afirma.
Ahí es donde tiene su ventaja el OraQuick. El miedo, sobre todo cuando se han tenido relaciones de riesgo, hace que muchos posibles infectados no se hagan los análisis. O que no vuelvan a buscar el resultado (en los centros públicos tardan unos 15 días de media, aunque son gratis).
Pero la ventaja es sólo 'temporal', recalca el responsable del Plan Nacional sobre el Sida, Francisco Parras. 'Hay otros problemas más importantes, como evitar que, al tener una prueba rápida accesible, la gente disminuya la percepción del riesgo, se descuide y abandone la prevención', insiste Parras. 'También hay riesgo durante el periodo ventana [hasta tres meses después de la infección en los que la prueba puede dar negativo porque el paciente no ha desarrollado anticuerpos]'.
El coordinador del Grupo de Trabajo sobre Tratamientos para el VIH, Joan Tallada, reconoce el valor de la prueba, pero insiste en otros factores: 'Si el sistema no está en las ONG, y no es barato y accesible, el tiempo de espera no se acortará porque habrá que trasladar las muestras a un hospital o un centro', señala.
Para evitar que los posibles infectados rehúsen hacerse la prueba o que no vayan a recoger los resultados, Tallada opina que hay 'otros sistemas más eficaces'. 'Casi no se da asesoramiento a los posibles infectados, y no se cuida cómo se comunica un resultado negativo', afirma. 'En muchos ambulatorios, el médico está tan confuso como el paciente, o envían los análisis por correo. Si el trato durante la media hora que tarda la prueba es el mismo, también fracasará', afirma.
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