Un congreso debate la arquitectura de los sesenta

Nunca se había construido tanto en España como en los años sesenta. Es la época de la expansión económica, el desarrollo turístico y los grandes polígonos residenciales. Pero, tal vez por ello, no puede decirse que fuera un momento glorioso para la arquitectura. Hubo, esto sí, algunas excepciones. Es el caso, por ejemplo, de Torres Blancas, en Madrid, de Sáenz de Oiza, cuya construcción ocupó toda la década, o el edificio de viviendas de la avenida Meridiana, de Barcelona, del estudio Martorell-Bohigas-Mackay.

Sobre esta época y el debate arquitectónico que generó trata el congreso La arquitectura española en los años sesenta. Elementos para un debate, que ayer comenzó en Barcelona. Lo organiza, bajo la dirección de Antonio Pizza, el Colegio de Arquitectos de Cataluña, en donde ayer se inauguró una exposición que explica la evolución de la arquitectura catalana entre 1958 y 1975. Las jornadas, que duran hasta el sábado, contarán con la presencia de algunos de los protagonistas de aquellos debates, como Rafael Moneo, Ricard Bofill, Oriol Bohigas, Federico Correa, Antonio Fernández Alba y Vittorio Gregotti.

'Ahora ya tenemos suficiente distancia para poder hacer una reflexión crítica de aquella época', señala Antonio Pizza. 'Lo que pasa es que el tema es tan amplio que hemos decidido centrarnos en el debate intelectual del momento y dejamos para otros encuentros el análisis de otros temas como la arquitectura turística o los polígonos', indica. En este sentido, Pizza explica que el debate pretende romper algunos tópicos sobre la supuesta dicotomía entre las escuelas de Madrid -menos cohesionada y en la que algunos autores ven un predominio de las corrientes organicistas- y la Escuela de Barcelona -marcada por el realismo que propugnaba Bohigas-. La influencia italiana y estadounidense, las revistas de arquitectura y el auge de la semiótica son algunos de otros de los temas del encuentro.