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Ana Pastor respalda una revisión legal para investigar con células madre

Sanidad estudia una técnica pionera para derivar líneas celulares de embriones inviables

Javier Sampedro

La ministra de Sanidad, Ana Pastor, aseguró ayer a Antena 3 que su departamento 'está abierto a que la investigación con células madre avance y progrese' y anunció una 'revisión' de las normas para hacerlo posible. Sanidad, que ha convocado el lunes a la Comisión Nacional de Reproducción Asistida para tratar este asunto, tiene en estudio una técnica pionera, ideada por el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), para derivar líneas celulares a partir de ciertos embriones humanos inviables que todas las clínicas generan en sus tratamientos de fecundación.

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La investigación con células madre 'supone una esperanza de futuro, especialmente para las patologías degenerativas', declaró la ministra en el programa El primer café de Antena 3. 'Tenemos que hacer una revisión de nuestras normas y hacer caso de las recomendaciones de los comités de expertos'.

La Comisión Nacional de Reproducción Asistida, el grupo de científicos, juristas y bioéticos que asesora al Gobierno en esta materia, ya se pronunció hace dos años y medio a favor de una reforma legal para permitir la investigación con células madre embrionarias. El Ministerio de Sanidad no había atendido hasta ahora esa recomendación.

Las células madre se obtienen de embriones humanos de una semana, pueden cultivarse indefinidamente y transformarse después en cualquier tipo de tejido. La mayoría de los científicos cree que esos tejidos podrían usarse para reparar los órganos dañados por numerosas enfermedades. La Iglesia católica y los sectores políticos más conservadores se oponen a su uso porque creen que un embrión de una semana es un ser humano a todos los efectos.

Las clínicas de reproducción asistida acumulan cerca de 40.000 embriones congelados sobrantes de las fecundaciones in vitro. La mayoría no serán nunca implantados en una mujer, ya que la Ley de Reproducción Asistida prohíbe implantar los que llevan más de cinco años congelados, y la demanda para el resto es casi nula.

Entre los asuntos que el ministerio tratará el lunes con la Comisión Nacional de Reproducción Asistida estará la elaboración de un registro centralizado de esos embriones, una obligación legal que el Gobierno ha incumplido hasta ahora. El registro permitirá saber cuántos embriones hay, cuántos tienen más de cinco años, y en cuántos casos los progenitores han sido consultados sobre su posible donación para la investigación.

Pero algunos expertos creen que los embriones congelados hace más de cinco años no son un material óptimo para iniciar un programa sistemático de investigación con células madre, ya que no fueron preparados con ese propósito. El codirector del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), Antonio Pellicer, propuso hace dos semanas en una reunión con la ministra, el subsecretario de Sanidad, Pablo Vázquez, y el científico de la Universidad Miguel Hernández (Elche) Bernat Soria la creación de un centro proveedor de líneas celulares. La idea es que ese centro se ocupe de recoger en condiciones óptimas los embriones sobrantes de los tratamientos de fertilidad que se hagan a partir de ahora, y que los use para derivar nuevas líneas de células madre.

El IVI dispone de una técnica pionera que podría despejar las trabas legales, y no sólo en España. En la fecundación in vitro, lo normal es que un espermatozoide fecunde a un óvulo. Pero en un 5% de los casos, son dos los esapermatozoides que intervienen en la fecundación. El resultado es un embrión no viable, que jamás podría prosperar en un útero. Y la ley de Reproducción Asistida establece en su artículo 15: 'Sólo se autorizará la investigación en preembriones (...) si se trata de preembriones no viables'.

Los científicos del IVI idearon el año pasado un método para identificar esos embriones no viables y hacerlos útiles para obtener células madre. En el primer día tras la fecundación, los dos núcleos aportados por los dos espermatozoides pueden verse situando el embrión bajo un microscopio. Y uno de ellos puede extraerse y desecharse, lo que deja al embrión con una dotación genética normal. Por supuesto, nadie usaría ese embrión para implantarlo en una mujer, pero nada impide utilizarlo para obtener células madre normales.

'Los técnicos del ministerio han mostrado mucho interés en esta técnica', explicó ayer Pellicer, 'y es una de las posibilidades que discutirán el lunes con la Comisión Nacional de Reproducción Asistida. Yo me siento optimista, porque Ana Pastor me parece muy sensata'.

Ana María Pastor.
Ana María Pastor.MANUEL ESCALERA

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