La sombra que oscurece la sombra

Sobre la deseable cooperación en el Mediterráneo planea una sombra: la del nuevo agravamiento del conflicto entre israelíes y palestinos. Y sobre esta sombra proyecta su oscuridad otra: la del posible ataque de EE UU, solo o acompañado, contra Irak. Esta doble sombra pesó sobre la IV edición del Foro de Formentor organizado por la Fundación Repsol YPF, y contaminó una buena parte de los debates sobre diálogo y desarrollo. Una vez más, el llamado Proceso de Barcelona, lanzado en 1995 entre la UE y los países ribereños, se encuentra rehén de esa tensión.

Con la perspectiva del Gobierno más radicalizado en la historia de Israel tras la salida de los socialistas, Simón Peres no estaba para alegrías en sus dos últimos días al frente de la cartera de Exteriores. Pero su estado de ánimo no puede servir para explicar su defensa a ultranza de un ataque a Irak, y en la balanza de los malvados de la historia hacer pesar más a Sadam Husein que a Stalin. Su pretensión de que, de no acabar con Sadam Husein en cuatro años, Oriente Próximo será 'nuclear, terrorista y corrupto', y si se logra, un oasis de democracia resulta inverosímil. Además, cada vez que un israelí habla de armas de destrucción masiva, los árabes ponen sobre la mesa las armas nucleares de Israel. Quizás los laboristas, que preparaban desde hace meses su salida del Gobierno para concurrir desde la oposición a las próximas elecciones, tendrían que haber actuado con mayor responsabilidad ante la nueva situación de tensión.

Entre los participantes en el Foro de Formentor se daba un convencimiento general de que la guerra contra Irak tendrá lugar

Por parte palestina, no hay esperanza, salvo de ir a peor. Israel le pide a la Autoridad Nacional que acabe con los atentados suicidas, pero a la vez destruye los medios e infraestructuras que le permitiría hacerlo. Para Mohamed Dahlan, esperanza blanca para suceder a Arafat, la política del 'castigo colectivo' de Israel contra los palestinos alimenta las filas de los terroristas suicidas.

Todos pagan por el terrorismo de unos pocos, que ya Arafat y los suyos no parecen poder controlar. 'Si permiten el terrorismo es irrelevante que los palestinos no sean terroristas', según Peres. Y lo que viene es una posición aún más dura de Sharon. Para el negociador palestino Said Erekat, la política de 'castigo colectivo' ha creado 'la mayor cárcel del mundo'.

Resulta sobrecogedor escuchar a algún dirigente palestino afirmar, en privado, que su verdadero temor es que, como reacción al inútil pactismo de su padre, el hijo acabe convertido en suicida. Pese a que, a veces, da la impresión de que ambas partes saben a dónde llegarán, pero no cómo ni cuándo, y de que necesitan ayuda externa (la del cuarteto formado por Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y Naciones Unidas), la guerra de Irak lo puede trastocar todo. El temor palestino es que Sharon aproveche el eventual ataque estadounidense contra Irak para 'matar a Arafat' (ya salvado una vez por Bush) y reocupar los territorios ocupados, desocupados, y en parte reocupados. E incluso algunos palestinos temen la expulsión colectiva a Irak.

De ahí la urgencia del enviado europeo en la zona, el incansable Miguel Ángel Moratinos, en preparar una salida 'post-Irak', lograr encauzar un 'mapa de carretera' hacia la esperanza y una solución, antes que la zona se embrolle con la guerra. Cuando se cumple el 10º aniversario de la Conferencia de Madrid sobre Oriente Próximo, no hay por qué pensar que se va a repetir el esquema. Entonces, después de la guerra de Kuwait, se lanzó el proceso de paz.

Hoy la cuestión es el 'nuevo mapa' en el que piensa EE UU. En todo caso, entre los participantes en el Foro de Formentor se daba un convencimiento general de que la guerra tendrá lugar. Con una advertencia de varios árabes presentes: que puede estallar la calle en algunos países clave como Egipto, Jordania y Marruecos. Peres tiene razón al considerar que Oriente Próximo 'ya no es una región, sino un reto mundial'. ¿Para un mundo en el que impere el 'castigo colectivo' y el 'ataque preventivo'?