La Inspección de Trabajo de Barcelona recibe 130 denuncias por acoso moral en un año
En los juzgados se presenta cada semana una demanda y ya se han dictado varias sentencias
La Inspección de Trabajo de Barcelona ha recibido en el último año 130 denuncias por acoso moral y en los juzgados de lo social de la ciudad se tramita cada semana una demanda por este motivo. Las cifras revelan el creciente interés por reclamar un derecho que no es nuevo, pero sobre el que no existía conciencia. La prueba de que algo está cambiando a todos los niveles es que en la Inspección de Trabajo hay un grupo de funcionarios que dedican atención preferente a las denuncias por acoso moral y que los jueces ya han dictado las primeras sentencias contra los empresarios por estas conductas.
El acoso moral como tal no existe en las leyes laborales españolas, por lo que tampoco es de extrañar que no exista jurisprudencia. Pero ¿qué es exactamente el acoso moral? A falta de una definición jurídica, el magistrado Joan Agustí, titular del Juzgado de lo Social número 33 de Barcelona, lo define como 'un conjunto de actuaciones del empresario o sus representantes encaminadas a erosionar la integridad psíquica de una persona'. Para que pueda hablarse de acoso moral, añade Agustí, ha de haber más de una actuación de ese tipo y han de ser continuadas. 'Un cambio de horario, por sí solo, no es acoso moral, y se ha llegado a presentar alguna demanda por este motivo', añade Agustí para ilustrar la situación.
A falta también de una definición de los límites del acoso moral, este magistrado añade que los jueces irán perfilando con el tiempo dónde empieza y dónde acaba el acoso moral, al igual que ocurrió hace años con el acoso sexual. 'Pero al margen de lo que diga la justicia, lo que está claro es que el hecho de que se hable del tema en los medios de comunicación y de que cada vez lleguen más casos a los tribunales servirá como medida preventiva para que las empresas vigilen esas conductas'.
El motivo real
El decano de los jueces de lo social de Barcelona, Daniel Bartomeus, explica que el acoso moral es el motivo real de muchas de las demandas que oficialmente se tramitan por despido improcedente o por reclamaciones de cantidad que adeuda el empresario al trabajador. Por ese motivo, a falta de una estadística oficial, Bartomeus asegura que cada mes se presentan en los juzgados de Barcelona cuatro o cinco demandas que revelan situaciones de acoso moral.
Lo que sí está cuantificado oficialmente son las denuncias que se presentan en la Inspección de Trabajo de Barcelona. Dolores Sánchez Cubel, jefa de la Unidad de Seguridad y Salud Laboral, explica que hace un año se empezaron a contabilizar estos casos, después de que el Senado aprobara una resolución por la que instaba a las administraciones a perseguir estas conductas. Desde entonces se han acumulado 130 denuncias por acoso moral. Un total de 48 de estos expedientes ya han concluido su tramitación y en una veintena de casos la Inspección ha acordado dirigirse a la empresa para que 'analice la situación psicosocial' que se vive en la empresa y adopte las medidas necesarias.
En uno de los casos denunciados, el de una empresa privada, la Inspección del Trabajo ha constatado tan claramente la situación de acoso moral que ha levantado un acta de infracción. El caso es tan grave que ha llegado al Instituto Nacional de la Seguridad Social para que determine la incapacidad laboral o permanente del trabajador afectado. En el caso de una empresa pública, la Inspección del Trabajo ha apremiado a solucionarlo. Y el resto de las denuncias acabaron de forma muy diversa: habiendo desistido los trabajadores al principio o durante la tramitación de la denuncia, se descartó el acoso moral o bien se trataba de hechos distintos.
Dolores Sánchez recuerda que un mismo caso no puede ser investigado al mismo tiempo por un juez y por la Administración. Lo que sí ocurre en algunas ocasiones es que el informe que emite el inspector de Trabajo se adjunta a la demanda judicial.
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