'Trópico de Cáncer', de Henry Miller
EL PAÍS publica una de las novelas más escandalosas e innovadoras del pasado siglo
Decir Miller es decir escándalo, y sin embargo, su obra es mucho más amplia, culta y lúcida que las inevitables referencias sexuales que surgen al invocar su nombre. Naturalmente, ni Miller ni nadie en su sano juicio pretenden desarmar la carga de profundidad que supuso para las buenas costumbres y la moral establecidas la publicación, en 1934, de Trópico de Cáncer. La crudeza o naturalidad con la que el escritor estadounidense se refiere al sexo, la apasionada defensa del individualismo más anárquico y extremo, la predilección que siente por los malditos, por los perdedores, por lo periférico, por aquellos que desde la mediocridad y el delirio son incapaces de asumir su derrota, y todo ello narrado sin una estructura o armazón preciso, desde un aparente caos, tan coherente por otra parte con el submundo descrito, es lo que hace de Trópico de Cáncer un torpedo que da exactamente en la línea de flotación de los autosatisfechos. La novela, o 'documento' si respetamos la definición del propio Miller, se editó semiclandestinamente en francés y se convirtió casi de forma inmediata, y al mismo tiempo, en un éxito y en una escandalosa leyenda. Prohibida con similar intensidad que ensalzada, Trópico de Cáncer (que el lector de EL PAÍS podrá comprar mañana por tres euros) no pudo ser publicada en Estados Unidos, país natal de su autor, hasta 1961, es decir, 27 años después de su aparición y cuando buena parte de las vanguardias artísticas de los años treinta ocupaban ya las nuevas academias, lo respetable y establecido.
La censura como reclamo
Trópico de Cáncer y Trópico de Capricornio, las dos obras míticas de Henry Miller, se publicaron por primera vez en Francia durante la década de los treinta. Los dos libros fueron prohibidos rápidamente en Estados Unidos y Gran Bretaña bajo el cargo de obscenidad, pero su difusión se reveló pronto imparable: miles de ejemplares entraron subrepticiamente en ambos países hasta que se levantó la prohibición en los años sesenta. En EE UU el asunto llegó hasta el Tribunal Supremo, que tuvo que desestimar docenas de resoluciones de los tribunales estatales contrarias a la publicación. Querellas y éxito de ventas. En España, por ejemplo, la primera edición que lanzaron Alfaguara y Bruguera en 1977 vendió 15.000 ejemplares en 10 días.
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