Sólo cinco de cada diez europeos están a favor de la ampliación de la UE

Sólo 24 horas después de conocerse el sí irlandés que despeja el camino a la histórica reunificación de Europa, las encuestas oficiales demuestran que el apoyo de los ciudadanos a la ampliación de la UE es realmente bajo, especialmente en Reino Unido, Francia y Alemania, los tres países más poderosos de la Unión. Los españoles están en el pelotón de los entusiastas: 64% a favor y un 14% en contra, sólo por detrás de daneses y griegos.

El Eurobarómetro de primavera difundido ayer muestra que únicamente el 50% de los europeos apoya el proyecto de ampliación de la UE, pero el porcentaje baja al 35% en el Reino Unido, el 40% en Francia y el 43% en Alemania.

Los datos son tan preocupantes que la Comisión lanzó ayer un nuevo llamamiento para intensificar las campañas de información sobre la ampliación en toda la UE, pero especialmente en esos países. Porque, como pone de relieve ese sondeo, realizado entre el 29 de marzo y el 1 de mayo entre 16.000 personas, es que sólo dos de cada diez europeos se siente bien informado al respecto.

Francia es el único país en el que resulta ostensiblemente superior el porcentaje de quienes están en contra de la ampliación (47% contra 40%), porque sus ciudadanos temen más desempleo (el 77% lo dice), mayor tráfico de drogas y crimen organizado (75%) o una crisis económica (60%).

Pero la preocupación no sólo existe por las encuestas, sino sobre todo porque los Quince sólo disponen de dos semanas para pactar unos principios básicos que les permitan cerrar antes de fin de año el capítulo más conflictivo: la factura de la ampliación de la UE.

El principal problema reside en qué cantidad de pagos directos a los agricultores (un pastel 28.000 millones de euros en 2001) será destinada a los países que se incorporarán a la Unión en 2004.

La factura de la ampliación

La posiciones más encontradas las mantienen Alemania, que rechaza aumentar sus aportaciones a la Unión, y Francia, que como país más beneficiado por la Política Agrícola Común (PAC) -en 2001 se llevó 9.350 millones de los 28.000- ve peligrar el futuro de esas ayudas. Hoy, en Luxemburgo, los ministros de Exteriores abordarán el contencioso con mínimas posibilidades de avanzar antes de la complicada cumbre de Bruselas, prevista para el jueves y viernes próximos. De entrada, estarán ausentes los titulares alemán y francés.

La reunión clave al respecto se celebrará también el jueves en Bruselas, donde horas antes de la cumbre el canciller Gerhard Schröder y el presidente francés, Jacques Chirac, intentarán encontrar un arreglo.

Schröder exige que Chrirac acepte una clara rebaja de los fondos agrícolas a partir del año 2006, con el consiguiente perjuicio también para España (recibió 6.790 millones el año pasado), de forma que las cantidades que reciban los países candidatos procedan sola y exclusivamente de esas rebajas, con lo que la ampliación saldrá prácticamente gratis a Berlín, la mayor beneficiaria del proyecto. De no lograr un acuerdo, la crisis quedará servida.

Al margen de la ampliación, el Eurobarómetro difundido ayer pone de relieve otros espectaculares datos. Los principales temores de los europeos son el terrorismo (para el 78%, que sube al 87% en España), el crimen organizado (71%) o un accidente en una central nuclear (64%). Especialmente significativo es que 69 de cada cien españoles (porcentaje muy superior a la media) teman un conflicto étnico en la Unión Europea. No es de extrañar, por tanto, que para el 90% de los europeos los principales objetivos de la UE deben ser preservar la paz y luchar contra el terrorismo, aunque en esa misma línea es sintomático que las instituciones en las que más confían son el Ejército (66%), la policía (65%) o las organizaciones caritativas (58%), mientras el 78% dice no confiar en los partidos políticos (sólo contesta afirmativamente el 18%) o en los Gobiernos (51% frente al 39% de respuestas afirmativas).

En España, el 28% de ciudadanos se siente sólo español (diez puntos menos que la media europea). El 48%, más español que europeo. El 7%, más europeo que español, y únicamente el 4% sólo europeo.