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España, refugio de la pedofilia digital

Los servidores de Internet españoles alojan la mayor parte de la pornografía infantil de la UE

Patricia Ortega Dolz

España se ha convertido en el mejor escondite ciberespacial europeo para las bandas de pedófilos que se mueven por la Red. Así lo revela un reciente informe de la Asociación Contra la Pornografía Infantil (ACPI), una ONG que se ha ganado el reconocimiento de la Brigada de Delitos Tecnológicos de la Policía y de la Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil y que es la pionera en España en la lucha contra la pedofilia.

'En estos momentos, la mayor parte de la pornografía infantil que se encuentra dentro de la UE se aloja en servidores españoles', subraya el informe inédito de la asociación que hace cuatro años fundó Guillermo Cánovas para conseguir que se penalizara la pornografía infantil en España. Este dato es confirmado por fuentes policiales que trabajan en la elaboración de datos específicos sobre el volumen del problema. 'Así es, aunque cuesta reconocer toda la porquería que se te mete en casa', afirman las fuentes.

'Internet favorece el aumento de pedófilos y, al permitir que se conozcan, les refuerza'
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Se podría pensar, a la luz de esta denuncia, que España, donde una veintena de policías bucean diariamente por la Red en busca de contenidos ilícitos, está llena de pederastas. Pero los responsables de la investigación advierten de que no es así. Ésa no es la razón de este fenómeno. Además, España no está entre los países productores de pornografía infantil, como los países del Este, los asiáticos o los latinoamericanos. Sí está, sin embargo, entre los países distribuidores. ¿Qué pasa entonces en España para que, entre la policía (denuncias.pornografi.infantil@policia.es), la Guardia Civil (uco-denunciapedofilia@guardiacivil.es) y ACPI reciban cerca de 3.000 denuncias al mes de páginas sobre pedofilia?

La explicación que dan los expertos es que bandas de pederastas procedentes de países del Este habrían encontrado suficientes agujeros de seguridad en los servidores españoles como para colgar multitud de páginas de pornografía infantil sin problemas. Así lo aseguran los investigadores, que señalan que se trata de una técnica utilizada por los ciberdelincuentes: 'Buscan servidores con problemas de seguridad para colgar sus contenidos ilícitos y cuando les cierran las páginas buscan otros y se van'. Por eso, la mayoría de los pederastas, señalan fuentes policiales, son, cada vez más, avanzados usuarios de Internet y, en ocasiones, actúan como hackers (piratas informáticos que burlan los sistemas de seguridad de las empresas).

'Nosotros tratamos de determinar el origen y el alojamiento de las páginas de pornografía infantil que descubrimos. Nuestra organización Protégeles [www.protegeles.com] se dedica exclusivamente a esto', explica Guillermo Cánovas. 'Podemos ver las páginas que se alojan en servidores de países extranjeros y las que se alojan en los nuestros y claramente la balanza se inclina de nuestro lado', añade.

Pero, por si quedase alguna duda, existe un medidor externo. Se trata del INHOPE, que es la línea de denuncia de páginas con contenidos ilícitos de todos los países de la UE. 'Allí vemos que mayoritariamente las páginas denunciadas en otros países comunitarios también se encuentran alojadas en servidores españoles. Así que no hay duda', asegura Cánovas. 'Nos encontramos en el momento de la detección del problema', añade Cánovas. 'Ahora tenemos que ponernos a trabajar todos juntos porque no sólo hay que quitar las páginas, hay que encontrar a sus autores'.

La colaboración entre las Fuerzas de Seguridad del Estado, las asociaciones contra la pornografía infantil y las empresas de Internet es fluida. Intercambian información y trabajan codo a codo para acabar con esta lacra. Sin ir más lejos, fuentes de uno de los servidores más fuertes de España (www.terra.es), uno de los más afectados por esta plaga, insistieron en que trabajan 'muy activamente' para tomar medidas. 'Si estamos incrementando las medidas de seguridad es porque el tema es grave', dijeron sin hacer precisiones. La ley no obliga a estas empresas (salvo por orden judicial) a vigilar los contenidos de sus webs. Así que es, en última instancia, una cuestión de 'responsabilidad moral'.

El resultado de esta colaboración lo hemos podido ver en las dos últimas semanas. Un decorador, un par de estudiantes, un comerciante informático, son algunos de los 30 detenidos esta semana en España en la Operación Panzer, desarrollada por la Guardia Civil. Todos se enfrentan a penas de hasta tres años por un delito de distribución de material pornográfico con menores, tipificado desde 1999 en el artículo 189 del Código Penal. Lo mismo les ocurre a las 17 personas, algunas de sólo 18 años, detenidas el pasado jueves en San Sebastián de los Reyes (Madrid) por el mismo delito. También esta semana los medios difundían otra noticia terrible: en un colegio de Vitoria (Álava), un menor abusaba sexualmente de otra menor, mientras sus amigos grababan la escena en vídeos que venderían más tarde por seis euros.

El seguimiento de la pornografía infantil ha llevado a los investigadores a percatarse de que los pederastas cada vez son más jóvenes. Sin olvidar que los principales usuarios de Internet son mayoritariamente los jóvenes. Esta cuestión preocupa enormemente a ACPI, que, igual que entiende que Internet es una herramienta revolucionaria, denuncia que está sirviendo para reafirmar y crear otros pederastas, porque genera inquietudes nuevas en individuos que, de no ser por Internet, nunca habrían accedido a la pornografía infantil. 'Prueba de ello es que cada vez recibimos más cartas de pederastas que nos preguntan qué pueden hacer para no llevar a cabo sus fantasías. Ver fotos de menores víctimas de abusos les lleva a pensar que han perdido la inocencia y para ellos dejan de ser menores. Hace poco nos escribió uno porque empezaba a relacionar a su hija de dos años con los niños que había visto en Internet', cuenta Cánovas.

La policía y la Guardia Civil consideran, al contrario, que Internet ha permitido sacar a la luz a todos los pederastas ocultos. Pero Cánovas afina aún más y señala que hay dos tipos de pedófilos: 'Preferenciales' (desde muy jóvenes lo que buscan son menores) y 'en desarrollo' (son la mayoría y van desarrollando esa fantasía tras consumir pornografía asiduamente). 'Esto es como una adicción. Cuando se desarrolla tolerancia respecto al objeto consumido, se busca una dosis mayor. Por eso, desde nuestro punto de vista, Internet favorece el aumento de pedófilos 'en desarrollo' y, al permitir que se conozcan en foros de internautas, refuerza esas conductas. Antes un pederasta se podía morir sin haber conocido a otro', argumenta Cánovas, que recuerda que en el informe está recogido que el año pasado desmantelaron 812 comunidades de pedófilos en la Red.

El informe de ACPI, al igual que las Fuerzas de Seguridad del Estado, señala que para ganar esta batalla hay que unificar la legislación en todo el mundo y reforzar los medios. Mientras tanto, como dice el estudio, 'la pornografía infantil continúa extendiéndose por Internet de forma preocupante'.

Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil.
Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil.GUARDIA CIVIL

Los rasgos del pederasta

Aunque no existe un pérfil exacto del pedófilo ni del pederasta, sí se puede establecer un retrato robot a partir del estudio de los que ya han sido detenidos:

-En más del 90% de los casos se trata de varones. De hecho, la policía no recuerda ningún caso en el que se haya detenido a una mujer.

-En el 70% de los casos superan los 35 años de edad, aunque en los últimos tiempos se está percibiendo un cambio, ya que los detenidos son cada vez más jóvenes.

-Suele tratarse de profesionales cualificados.

-Con frecuencia buscan trabajos o actividades que les permitan estar cerca de los niños. En Internet son asiduos a los chats (conversaciones en Red en tiempo real) de menores.

-Su nivel social es medio o medio-alto.

- En el 75% de los casos no tienen antecedentes penales.

-Su nivel de reincidencia es altísimo, aun después de ser descubiertos y condenados.

-No suelen ser conflictivos en la cárcel y muestran buen comportamiento.

-No reconocen los hechos ni asumen su responsabilidad. En muchas ocasiones tienen una idea muy distorsionada de la noción de 'menor'.

-Normalmente tienen una familia a su cargo (que normalmente desconoce el problema), y con frecuencia hijos pequeños.

-En más del 30% de los casos se trata del padre, del tío o del abuelo de la víctima menor de edad.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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