Dos exposiciones de Carlos de Haes muestran la revolución de sus paisajes

La amplia producción artística de Carlos de Haes (Bruselas, 1826-Madrid, 1898) y su dispersión tienen ya el catálogo razonado del autor que revolucionó el paisaje realista español en la segunda mitad del siglo XIX. El Museo del Prado y la Fundación Carlos de Amberes se han puesto de acuerdo para presentar en dos exposiciones una selección de 180 cuadros, con las obras realizadas ante la naturaleza y con un montaje de carácter antológico. 'Enseñamos el Haes de verdad', afirmó ayer el comisario, José Luis Díez, nuevo subdirector de conservación del Museo del Prado.

El Prado vuelve a exponer en sus salas el arte del siglo XIX. El Casón del Buen Retiro está cerrado por reformas desde hace cinco años y no abrirá de nuevo hasta dentro de dos años, con la instalación de las colecciones de pintura y escultura del siglo XIX. En 1994, preparó una muestra de Federico de Madrazo y hoy presenta la exposición Carlos de Haes en el Museo del Prado, con 131 paisajes. El último gran homenaje al pintor se realizó en 1899, un año después de su muerte.

La Sala Haes del desaparecido Museo de Arte Moderno de Madrid (en el edificio de la Biblioteca Nacional) se ha vuelto a reproducir en la sala de exposiciones temporales del Museo del Prado (entrada Goya baja). Hasta el 12 de enero permanecerá abierto el gabinete, que recuerda, en la disposición de los cuadros, el montaje decimonónico de 1894. El Prado hereda los fondos del siglo XIX y en 1899 recibe una amplia donación de los discípulos de Haes en la Real Academia de San Fernando.

El museo presenta 91 pinturas, 28 dibujos y 12 grabados, procedentes de los fondos del Prado, que en muchas ocasiones han vuelto a reunirse tras sus depósitos temporales en museos e instituciones. Los fondos del museo tienen ya un catálogo razonado, realizado por la conservadora Ana Gutiérrez, cuya publicación ha patrocinado El Corte Inglés.

Un retrato de Carlos de Haes, realizado en 1867 por su colega y amigo Federico de Madrazo, preside la exposición del Prado en una sala, con fondos teja y nuevos marcos, que recuerda a la 1900 del Museo de Arte Moderno. La mayoría de las obras fueron realizadas por el pintor al aire libre, frente al paisaje que después elaboraba en el taller en distintas versiones. La producción del artista se calcula entre 3.000 y 4.000 obras y la selección realizada se aleja de 'las firmas apócrifas o atribuciones fáciles' de la obra de Haes.

3.000 cuadros

'El Prado tiene la obligación y la responsabilidad especial sobre la colección del siglo XIX, que está formada por 3.000 cuadros, y la recuperación de este momento de la historia del arte español', declaró ayer José Luis Díez, jefe del departamento de pintura y escultura del siglo XIX del Prado, que en breve será nombrado subdirector de conservación e investigación del museo. En el nuevo organigrama ya fue nombrado Gabriele Finaldi como director adjunto para la conservación y la investigación y están pendientes los cinco jefes de departamentos.

José Luis Díez es el comisario de las dos exposiciones. 'Nadie se había atrevido hasta ahora a entrar en la obra de Haes. Su enorme producción asustaba a los especialistas. El Prado conserva 200 cuadros. En estos años se trabaja desde dentro, como el catálogo razonado, y en apoyo de otras manifestaciones externas'.

La exposición de la Fundación Carlos de Amberes, en Madrid (Claudio Coello, 99), con el patrocinio del Ministerio de Cultura, Telefónica y Fundación Altadis, ha sido producida y organizada por la Fundación Marcelino Botín, que la presentó en sus salas de Santander el pasado verano, según comentaron ayer Paloma Botín y Miguel Ángel Aguilar.

El montaje de 47 óleos tiene carácter antológico, desde sus primeras obras en la tradición flamenca hasta las realizadas al final de su vida, rodeado de numerosos discípulos. Carlos de Haes nació en Bruselas, pero vivió en España desde los nueve años. Regresó a Bélgica para completar su formación con el paisajista realista Joseph Quinaux y presentó a los concursos españoles una nueva forma de pintar e interpretar la naturaleza, al aire libre, que no practicaban los paisajistas españoles de la época.

'Haes propone que para captar la naturaleza hay que salir a buscarla al campo. Es un artista que revoluciona la pintura de paisaje en España, con una paleta moderna, una enorme capacidad de mano, justeza de toque y un gran instinto para los encuadres. Destaca su capacidad de asombrar con el espectáculo de la propia naturaleza', dice el comisario.

Si en el Prado se han colocado los 'haes de Haes', restaurados y catalogados, con los estudios realizados al natural en España (Cantabria, Alicante, Asturias, Cataluña, Madrid, Aragón, Málaga y Mallorca) y en otros paisajes de Holanda, Bélgica y Francia, con los lienzos que llevaba en su maleta de madera portátil, de los que se observan todavía las sujeciones en los extremos de los lienzos, en la Fundación Carlos de Amberes aparecen 'los haes públicos', 'unos conjuntos panorámicos, espectaculares'.

Estas obras se presentaron en concursos y otros encargos de la clientela burguesa y de la Casa Real; la mayoría proceden de colecciones privadas, instituciones públicas (Patrimonio Nacional, Prado) y de los actuales descendientes del pintor. En esta antología se puede ver 'la evolución anímica y estética'.