Una antológica de Carlos de Haes descubre al maestro del paisaje español

Carlos de Haes (1826-1898), de ascendencia holandesa, aunque nacido en Bélgica, revolucionó el paisajismo español, ya que fue en España donde trabajó y pasó la mayor parte de su vida, mostrando como pintor su particular y prodigiosa visión de la naturaleza. Una exposición con 75 óleos se abre hoy en la Fundación Marcelino Botín, de Santander (Pedrueca, 1, www.fundacionmbotin.org), donde permanecerá hasta el 15 de septiembre.

En todos los manuales de la historia del arte aparece el nombre de Carlos de Haes como el gran maestro del género de paisaje en el siglo XIX. No demasiadas exposiciones montadas desde entonces le dieron a conocer y a admirar simplemente como experto grabador y autor de cuadros de reducido tamaño.

Faltaba, sin embargo, la gran antológica capaz de concentrar cuadros inéditos y obras de gran tamaño que salieron de su taller de Madrid y cuya complejidad no pudo admirarse en ninguna ocasión precedente.

La Fundación Marcelino Botín, de Santander, prosigue la recuperación de los grandes creadores del siglo XIX, que vinculados a Cantabria adquirieron una fama que traspasó las fronteras. No es de extrañar que la máxima insignia de los trabajos aquí reunidos sea La canal de Mancorbo en los Picos de Europa (Prado), de grandes proporciones y pintado en el lugar original.

Haes solía desplazarse hasta el norte atraído por la espectacularidad y grandeza de sus cumbres. No será casual que la contemplación de este cuadro recuerde a sus contemporáneos, los grandes paisajistas montañeses, entre ellos Agustín Riancho, entre los más destacados de sus alumnos profundamente influidos por su manera de concebir los paisajes.

Cuadros complejos

La exposición pretende dar a conocer al Haes completo, autor de grandes y complejos cuadros de composición por los que fue conocido y reconocido y también por la enorme cantidad de estudios al óleo, algunos de los cuales legó al morirse a sus alumnos predilectos.

'La sociedad española', declaró ayer el comisario José Luis Díez, jefe del departamento de pintura y escultura del siglo XIX del Museo del Prado, 'no es que haya olvidado a Haes', dijo. 'Se puede olvidar lo que deja de enseñarse. El problema es que en gran parte del mundo científico y artístico y en el ámbito de las exposiciones todavía quedan muchas asignaturas pendientes, admirables creadores del siglo XIX desconocidos en su profundidad'. Éste es el ambicioso objetivo de esta exposición, presentar un Carlos de Haes global, según Díez. 'Los espléndidos óleos aquí colgados tendrán una repercusión inmediata en el mundo del coleccionismo y en el científico, así como en el mercado. Nunca hasta ahora se ha revelado la grandiosa personalidad de Haes en todos sus perfiles'.

En la Fundación Botín se han reunido 75 cuadros al óleo (29 cedidos por el Museo del Prado), 18 de los cuales nunca han sido contemplados por la actual generación. La Fundación ha restaurado una veintena de los más deteriorados por el tiempo. La tarea investigadora permitió catalogar 189 óleos, 129 dibujos y medio centenar de aguafuertes, propiedad del Museo del Prado.

La prolongada tarea de rastreo con espíritu casi detectivesco por las colecciones privadas se prolongó hasta Holanda al encuentro con los descendientes del pintor. La laboriosa localización por España y los Países Bajos de las obras dispersas del artista convierten a Santander hasta el 15 de septiembre en la capital del paisajismo en el siglo XIX.