La patronal vasca asegura que hay inversiones aparcadas tras conocerse el plan soberanista
Los nacionalistas piden a Confebask que lea el documento presentado por Ibarretxe
El presidente de la patronal vasca, Román Knörr, aseguró ayer que existen 'inversiones detenidas' a la espera de que se despeje el panorama político del País Vasco. Mientras los empresarios continuaban censurando ayer el plan soberanista presentado el 27 de septiembre en Vitoria por Juan José Ibarretxe, los dirigentes del PNV aseguraban que dicho programa del lehendakari logrará apoyos de la sociedad y afirmaban que no había sido leído. Los partidos de la oposición en Euskadi, PP y PSE, aprovecharon, sin embargo, para pedirle a Ibarretxe que retire su propuesta.
Los empresarios vascos han marcado un antes y un después en la ronda de conversaciones del lehendakari con las distintas fuerzas políticas y sociales para explicarles su plan soberanista presentado ante el pleno del Parlamento vasco el pasado 27 de septiembre. Ibarretxe continúa recibiendo a todo tipo de organizaciones, asociaciones y partidos políticos en Ajuria Enea, pero la opinión conjunta de Confebask y las tres patronales provinciales, Adegi (Guipúzcoa) SEA (Álava) y Cebek (Vizcaya), ha marcado el proyecto. Ayer, la respuesta empresarial provocó la reacción de los partidos políticos. Por si fuera poco el impacto del comunicado oficial del miércoles por la noche, Knörr resaltó ayer que los primeros efectos económicos de la propuesta ya se han hecho notar.
Knörr, en declaraciones efectuadas a la emisora Euskadi Irratia, no sólo señaló que la propuesta política presentada por Ibarretxe puede tener 'consecuencias negativas para la economía vasca', sino que recalcó que se habían dado ya casos de 'inversiones detenidas y planes de inversióin aparcados'. 'Nada favorece en modo alguno al mundo de la economía y, por lo tanto, al mundo empresarial una situación de inestabilidad institucional y política como la que estamos viviendo', indicó preocupado el presidente de Confebask.
El dirigente empresarial insistió en que el primer objetivo debe ser acabar con la violencia y manifestó que con el plan 'se corre el riesgo real de ahondar en la crispación y en la división actualmente existentes a nivel político e institucional en Euskadi'.
En su opinión, la propuesta de Ibarretxe 'no recoge precisamente' todas las sensibilidades existentes en la ciudadanía vasca. El presidente de la patronal ha destacado que la comunicación que expusieron anteayer, al finalizar la amplia reunión mantenida con el lehendakari, 'es compartida por el conjunto de la patronal vasca', sin discrepancias.
Escaso éxito
Las palabras de los empresarios y de Knörr, quien aventuró escaso éxito al plan, recibieron ayer respuestas y alabanzas. El consejero de Interior vasco, Javier Balza, que se entrevistaba en Madrid con el ministro del Interior, Ángel Acebes, quiso quitar importancia a estas manifestaciones y señaló que el plan, pese a todo, logrará el apoyo del 'tejido social'. Más duro fue el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, quien tras señalar que nadie ha leído el plan, preguntó a los empresarios si quieren acabar con ETA 'como dice Aznar, exclusivamente por medios policiales', o a través del diálogo.
Arzalluz, en Euskadi Irratia, defendió el proyecto, le auguró un buen futuro y recordó, al ser preguntado sobre la posibilidad de hacer una consulta popular existiendo ETA, que cuando se aprobaron la Constitución y el Estatuto de Gernika había terrorismo. 'Tuvimos a ETA militar, ETA político-militar, comandos autónomos, Batallón Vasco-Español. Mientras todos ellos estaban en su camino de pegar tiros, tuvimos el referéndum de la Constitución, el referéndum del Estatuto, además de los Pactos de La Moncloa. Todos en un clima de violencia pura', afirmó el líder peneuvista. Arzalluz añadió que 'para entender el documento de Ibarretxe no hay que mirar a Puerto Rico sino a Quebec' y que su partido ha enviado siete cartas al PP pidiéndole una reunión, pero que no ha obtenido respuesta.
En cualquier caso, la tesis de que la propuesta no ha sido leída fue también defendida por el diputado del PNV Pedro Azpiazu. La patronal vasca esperó hasta el miércoles y a su entrevista con Ibarretxe para opinar sobre la propuesta. Los empresarios habían señalado que la querían estudir a a fondo y oir las explicaciones personales del lehendakari antes de pronunciarse.
Las críticas a la postura de la patronal fueron también defendidas por los dos socios de Gobierno del PNV. IU achacó la postura a las posiciones conservadoras del empresariado y EA les pidió que reclamaran con la misma insistencia el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika.
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