El jefe de los inspectores respalda una nueva resolución de la ONU sobre Irak
Bush insinúa en su alocución radiada que la guerra contra Sadam Husein es inevitable
Hans Blix, jefe de los inspectores de armas de la ONU, volvió a pedir el viernes un mandato claro del Consejo de Seguridad antes de enviar a Irak los primeros equipos de verificación. Mencionó incluso la necesidad de una nueva resolución tras entrevistarse con el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, una idea que Washington viene promoviendo desde hace semanas y que ya ha conseguido un amplio respaldo en el Consejo. Esto significará el retraso de todo el proceso, hasta que el órgano decisorio de Naciones Unidas acuerde un nuevo texto.
Tras su entrevista con Powell en Washington -a la que también asistieron dos halcones del Gobierno de George W. Bush, la asesora en asuntos de seguridad, Condoleezza Rice, y el número dos del Pentágono, Paul Wolfowitz-, Blix pidió una 'pronta resolución que nos permita volver cuanto antes' a Irak. Un día antes, tras informar al Consejo de Seguridad de la ONU de sus entrevistas con los representantes iraquíes en Viena, el responsable de la Comisión de Naciones Unidas para la Verificación, Inspección y Vigilancia (Unmovic) dijo que esperaría a obtener el respaldo de los 15 miembros antes de enviar sus equipos a la zona.
La idea de una nueva resolución ya casi no se cuestiona. Después de la intensa presión de EE UU, más de la mitad de los países del Consejo ha accedido a discutir un nuevo texto, incluso Rusia. 'Las actuales resoluciones sobre Irak son insuficientes', afirmó el viceministro de Exteriores, Yuri Fedotov, en un nuevo giro de opinión de la diplomacia de Moscú.
Es un asunto técnico pero a su vez esencialmente político. Legalmente, la misión de los inspectores se basa en las 16 resoluciones aprobadas en los últimos 11 años sobre Irak, sobre todo la última, la 1.284 que, a finales de 1999, creó Unmovic. Pero como informó Blix, los textos dejan 'muchas cuestiones pendientes', sobre todo una: el acceso a los ocho palacios o complejos presidenciales de Sadam Husein, causantes de la crisis entre Bagdad y los inspectores en 1998.
EE UU quiere aprovechar el incumplimiento de las inspecciones para justificar su guerra contra Irak. Los otros países, incluido Reino Unido, estiman que el desarme es el objetivo y la única vía para evitar un conflicto. Esto se traduce en dos propuestas informales: la de Washington, que autoriza 'el uso de todos los medios necesarios' en caso de que Bagdad incumpla sus promesas, y la francesa, que deja la decisión final en manos del Consejo de Seguridad.
Nadie ha presentado formalmente su texto para evitar un conflicto abierto. Todo sigue negociándose entre bastidores y, según Powell, este proceso podría durar varias 'semanas'. 'Acogeríamos la resolución que se está discutiendo ahora', dijo Blix sin ser más preciso.
Doble resolución
El Departamento de Estado parece inclinarse por la iniciativa francesa de la doble resolución (nuevo mandato y otra de castigo). El Pentágono se resiste, pero tampoco puede alargar las discusiones en la ONU si quiere lanzar una hipotética campaña a principios de 2003.
Queda por saber cómo reaccionará Bagdad, que ya ha repetido que no aceptará nuevas resoluciones de la ONU.
Mientras tanto, Washington prosigue su imparable campaña verbal. En su intervención radiofónica semanal, el presidente estadounidense advirtió ayer del 'horror masivo y repentino' que podría causar Irak si no 'se actúa a tiempo'. 'Si Irak sigue en su desafío, el uso de la fuerza puede ser inevitable', dijo Bush. Aunque aseguró que 'Estados Unidos no busca un conflicto militar porque conoce la horrible naturaleza de la guerra'. El viernes, el presidente calificó a Sadam Husein de 'asesino a sangre fría'.
Bush tiene previsto dirigirse mañana a la nación en un discurso televisado desde Cincinnati (Ohio) para pedir el apoyo del Congreso y de la ONU contra el régimen iraquí.
Ayer, la CIA desveló un nuevo informe sobre las intenciones bélicas de Bagdad que habría aprovechado los cuatro años de ausencia de los inspectores para producir armas de destrucción masiva. El documento se parece mucho al que presentó el primer ministro británico, Tony Blair, hace casi dos semanas y afirma que Irak podría tener un arsenal nuclear dentro de cinco años.
'Desde que terminaron las inspecciones en 1998, Irak ha mantenido su programa de armas químicas y ha reforzado su programa de misiles', asegura el informe. La CIA sostiene que Irak ha reconstruido su lanzadera de misiles de Mutasin y podría estar usando el laboratorio de Dawrah, especializado en la enfermedad de las vacas locas, las instalaciones del Instituto de Vacunas de Amiriyah para fabricar armas bacteriológicas.
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