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Tribuna:VIOLENCIA DE GÉNERO
Tribuna
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Una ley integral

Hace muy pocos días comenzaba un artículo de opinión en EL PAÍS de Andalucía en el que decía: 'En esto de la igualdad entre hombres y mujeres la derecha no se entera de la Misa la media...' y, disculpen la autocita, pero siguen demostrando día tras día que así es. El debate que se ha producido en el Congreso de los diputados sobre la Ley integral contra la violencia de género, la intervención del Presidente del Gobierno en la Convención municipal del PP, celebrada el pasado domingo 8 de septiembre, acto en el que estaba presente, por cierto, e interviniendo la lider del PP en Andalucía, Teófila Martinez, lo ponen claramente de relieve. El señor Aznar defendió 'la cuota del esfuerzo y la dedicación de las mujeres' (sic), afirmando a continuación: 'Que en el PP las personas acceden a los puestos de responsabilidad por su valía y esfuerzo y porque dedican lo mejor de sí mimas a la labor política' y pone como ejemplo de lo dicho el que van a llevar a 13 mujeres como cabeceras de lista en las próximas elecciones municipales, lo cual significa, nada más y nada menos, que de cada cuatro provincias en tres no han encontrado 'mujeres esforzadas' para presentarse, sino solo hombres, aunque en Andalucía todo el 'esfuerzo' se agotó en una mujer, Teófila Martinez. Sin palabras.

No voy a hablar ahora del PSOE porque ahí está nuestro trabajo, esfuerzo y dedicación de muchos años en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres y además porque me parece un horror, y un error, esta forma de hacer política que solo consiste en decir 'y tu más'. Yo estoy dispuesta a hablar de nuestras carencias y defectos cuantas veces sea necesario y así lo he hecho en muchas ocasiones, pero no a entrar en absurdos debates que solo sirven para que la gente se sienta asqueada de la política y de los políticos. Seguir hablando de los 14 años de Gobierno socialista como hace el PP, cuando ellos llevan ya más de 6 gobernando España, suena a excusa ridícula y a falta de iniciativas.

No es bueno lo que ha pasado en el Congreso con el debate de la ley integral contra la violencia de genero, porque al margen de que el partido del Gobierno, el PP, se haya quedado solo en su oposición y, paradójicamente haya ganado el debate, se ha producido una fractura en la Cámara y en el conjunto de la sociedad a la que esta representa de difícil solución, porque la proposición de ley presentada por el grupo parlamentario socialista no era solo una iniciativa de este grupo sino que era el producto de un trabajo colectivo, consecuencia del esfuerzo de muchos grupos de mujeres, de jueces y fiscales, amén de otros colectivos interesados de diversa índole. La iniciativa contó, además, con el apoyo de todos los grupos parlamentarios: CIU, IU, PNV, CC y Grupo Mixto, hecho que difícilmente ocurre, pues casi siempre tienen el apoyo de al menos dos grupos, hasta en los últimos debates sobre regulación del aborto que perdimos por los pelos hubo menos unanimidad que la expresada en esta ocasión que, como ya he dicho, ha sido completa. Casi siempre en los temas de mujeres la derecha, el PP, se queda solo.

La ley integral contra la violencia de género no es la panacea que venga a poner fin de la noche a la mañana a los gravisimos problema que sufren las mujeres, desgraciadamente ni esta ley ni ninguna otra sirve por si sola para arreglar una situación llena de dificultades, pero si se ha pensado, después de darle muchas vueltas, que era bueno hacer una ley transversal que recogiera todos los aspectos que padecen las mujeres maltratadas La Ley es un instrumento privilegiado para dar cobertura y garantía a los cambios sociales, por la obligatoriedad que impone para determinadas actuaciones y por la pedagogía que encierra frente a situaciones nuevas. Hoy, como se dice en la exposición de motivos de la ley, la violencia contra las mujeres ya no es un 'delito invisible', sino que, por el contrario existe un rechazo colectivo y una evidente alarma social. Es un instrumento jurídico necesario para acometer el problema en su integridad. La ley establece medidas de educación, en estimación de valores, medidas de desarrollo personal, laborales, de atención a las afectadas, de servicios sociales, de refuerzo de una imagen que respete la igualdad y la dignidad de las mujeres, con referencias concretas al ámbito de la publicidad; y a la vez proporciona una respuesta legal que abarca tanto las normas procesales, ordenando las instancias competentes, como las normas sustantivas, penales y civiles, así como la debida formación de los operadores sanitarios, policiales y jurídicos responsables de la obtención de pruebas y de la aplicación de la ley.

En la Cumbre Internacional sobre la mujer celebrada en Pekín en setiembre de 1995 se decía, entre otras cosas que: 'La violencia contra las mujeres es una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres, que han conducido a la dominación masculina, a. la discriminación de las mujeres por parte de los hombres y a impedir su pleno desarrollo. La violencia contra las mujeres a lo largo de su ciclo vital tiene su origen en pautas culturales, la lengua y la religión que perpetuan la condición inferior que se asigna a las mujeres en la familia, en el trabajo y en la sociedad. El tema se agrava por el miedo y la vergüenza a denunciar.'

Perro además esta ley necesaria, no es incompatible con la adopción de medidas puntuales y concretas, alguna de ellas expresadas por el propio Ministro de Trabajo; estamos dispuestos a pactar las que el Gobierno nos proponga, sin poner en peligro la aprobación de la norma. Pero es que además solo se trataba, en este trámite parlamentario, de tomar en consideración la proposición de ley que luego podría enmendarse por todos los grupos políticos como algunos de ellos mismos manifestaron, excepto el PP que se quedó solo por su obcecación que le puede costar caro; las mujeres tenemos que decidir darle la espalda a todos aquellos que no tienen en cuenta nuestros problemas reales. Ah y no es verdad eso de que el PP fue el primero que hizo un Plan contra la violencia de género, en Andalucía el Instituto de la Mujer lo realizó antes que nadie el 17 de febrero del 88 y casas de acogidas tenemos en nuestra tierra desde el 83, pero creemos que hace falta una ley integral que aborde en su conjunto los complejos problemas que sufren las mujeres maltratadas; de eso se trataba y de nuevo la derecha ha permanecido insensible a esta dura realidad de la violencia de género.

Amparo Rubiales es vicepresidenta del Congreso de los diputados y diputada del PSOE por Sevilla.

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