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Entrevista:INDER VERMA | PROFESOR INVESTIGADOR DEL LABORATORIO DE GENÉTICA DEL INSTITUTO SALK | LOS SECRETOS DE LA VIDA

'Disponemos de muchísima información y ahora tenemos que crear conocimiento'

Inder Verma lleva más de 25 años investigando sobre las bases moleculares del cáncer y el diseño de terapias génicas. Demostró por primera vez la existencia de una enzima capaz de sintetizar ADN a partir de ARN, las retrotranscriptasas. Más recientemente, su propuesta de utilizar el virus del sida como vehículo para introducir genes beneficiosos para la cura de enfermedades ha revolucionado el uso eficaz de las terapias génicas.

Pregunta. ¿Se han visto cumplidas las promesas de la terapia génica?

Respuesta. La terapia génica es una forma de medicina molecular que puede llegar a tener un gran impacto en la salud. Imagine un niño que ha nacido con 40.000 genes normales menos uno que no le deja coagular la sangre. Un corte o una caída provocará un hematoma que le producirá la muerte. ¿Qué se podía hacer hasta ahora? Se le suministra la proteína que le falta en la sangre o se le hacen transfusiones, con los riesgos de transmisión del sida y de hepatitis C. Ahora podemos introducir el gen que codifica esa proteína y el niño puede vivir una vida normal. El problema es cómo introducir esos genes. Lo que hemos hecho es usar el virus del sida, quitarle la parte nociva, dejarle la maquinaria para que se reproduzca e introducirle el gen para curar la hemofilia. No hay merma de la calidad de vida, porque no hay operaciones ni invasión del cuerpo para la curación. No me cabe duda de que en 5 o 10 años tendremos muchísimos ensayos clínicos que empezarán a arrojar resultados positivos. Hasta hoy, al menos seis niños viven una vida normal gracias a que se les introdujo un gen que no les funcionaba en la médula ósea y ahora su sistema inmune es funcional.

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P. Desde la llegada de la genética, la biología se ha hecho más y más reduccionista. ¿Es el momento de comenzar iniciativas de integración?

R. Desde luego. Antes pensábamos de abajo a arriba (bottom-up). Cogíamos al organismo más sencillo, le sacábamos un gen y lo estudiábamos para ver qué actividad tenía en otros organismos y finalmente en los humanos. Pero ahora también pensamos de arriba a abajo (top-down). Realmente el paradigma ha cambiado. Antes era un gen, una proteína y ya está. Ahora parece que lo sabemos todo acerca de los genes y tenemos que integrar los datos para comprender cómo ocurre todo a la vez. Los problemas en biología no pueden resolverse recogiendo datos solamente, sino integrándolos. Tenemos muchísima información y ahora tenemos que crear conocimiento, con el concierto de la química, la física y la informática.

P. ¿Por qué es tan importante la ciencia básica?

R. La ciencia aplicada puede funcionar sin un conocimiento básico. Muchos de los medicamentos que utilizamos no sabemos qué efectos producen. Pero para comprenderlos, para poder cambiarlos y mejorarlos, tenemos que comprender la ciencia básica. Cada gobierno debería fomentar la ciencia básica porque de ella emerge la fascinación por la investigación y, sin esta fascinación, no se llegaría a los grandes descubrimientos que serán útiles a la sociedad.

P. ¿Cuál es el compromiso ético del biólogo moderno.

R. Los científicos trabajan dentro y para la sociedad. El científico está obligado a hacer participar al resto de la sociedad, lo que significa que tiene que educarla. La sociedad siempre sospecha del progreso, porque significa cambio de ideas y modos de vivir y a menudo cambios en las creencias religiosas. La ciencia depende sólo de lo que digan los datos. La mejor hipótesis se va al traste si los datos no la apoyan. Sean cual sean los valores éticos del momento hay que trabajar dentro de esos límites.

P. En la primera mitad del siglo XX, la eugenesia fue una política generalizada en muchos países. ¿Corremos el peligro de caer de nuevo en esa trampa a raíz del Proyecto Genoma Humano?

R. Siempre existe esa posibilidad. Cuando se descubrió la electricidad lo único que se pensaba era en generar luz y ahora la usamos para ejecutar prisioneros o torturarlos. Creo que si se trabaja dentro del marco de la sociedad no crearemos un nuevo tipo de eugenesia. Pero hay que estar alerta. El mejor legado del Proyecto Genoma Humano es que ha estimulado la imaginación acerca de la biología. En los próximos 30 o 40 años nos habremos librado de la mayoría de las enfermedades y podremos preguntarnos las grandes cuestiones acerca de la naturaleza humana.

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