Alonso adjudica el proyecto del Auditorio de Vitoria sin haber aclarado la financiación de una parte de la obra

El futuro Palacio de la Música de Vitoria comenzó ayer su cuenta atrás. El alcalde, Alfonso Alonso, cumplió con el trámite de adjudicar formalmente el proyecto al arquitecto cántabro Juan Navarro Baldeweg, que había ganado el concurso convocado por el Ayuntamiento vitoriano entre varios profesionales de prestigio internacional.

Navarro cobrará por este diseño 2,7 millones de euros y contará con un año para desarrollar tanto el proyecto básico como el de ejecución. La previsión oficial es que las obras comiencen a finales del próximo año.

Sin embargo, Alonso tendrá que resolver ahora varias incógnitas que han sido resaltadas por los partidos de la oposición. Aunque todos respaldan la creación del Auditorio, no ven muy clara la forma de tramitar el proceso por parte del alcalde. La duda más importante se centra en la financiación de los 30 millones de euros que costará la obra.

Mientras el Gobierno central y el Ayuntamiento vitoriano ya han comprometido su cuota de participación -una cuarta parte del coste, cada una-, la Diputación alavesa y Gobierno vasco no concretarán la cuantía de su ayuda hasta el próximo año. El PSE, que apoyó a Alonso para sacar adelante los presupuestos de este año, es muy crítico con la decisión del alcalde de contratar el proyecto sin tener asegurada la financiación.

Por su parte, el PNV ha propuesto que se destinen 15 millones del plan de inversiones plurianuales del Ejecutivo autónomo para financiar la mitad que queda por cubrir del coste. Alonso rechazó ayer esta posibilidad, al entender que el acuerdo que se alcanzó antes del verano en el seno del Consejo Vasco de Finanzas para invertir 600 millones en los tres territorios, 100 de ellos en Álava, no tenía ese destino. El alcalde cree que su finalidad es invertir en regadíos, carreteras o infraestructuras básicas. Por eso buscará otra vía para financiar un proyecto que, según él, no corre ningún peligro.

Por otro lado, Alonso reconoció que la desaparición el próximo año del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) supondrá una caída en los ingresos municipales de hasta un 7%. 'Esa disminución', apuntó, 'tendrá que ser compensada de alguna manera'.