Fallece Roberto Vidal Bolaño, autor, director y autor teatral

Pionero del teatro independiente en Galicia y escritor, director de escena y actor que también hizo incursiones en el cine y la televisión, Roberto Vidal Bolaño falleció ayer en Santiago de Compostela, la misma ciudad donde había nacido hace 52 años. Una enfermedad incurable lo tenía recluido desde hace meses. Su figura desgarbada y su inconfundible sombrero negro habían desaparecido de súbito de las calles compostelanas, que amanecieron ayer con la noticia del fallecimiento. Las principales instituciones culturales y todos los partidos políticos de la comunidad, así como numerosos compañeros de profesión, se unieron a las muestras de condolencia.

Comenzó ganándose la vida como empleado de banco y, a principios de los años setenta, en medio de los estertores del franquismo, fundó la compañía de teatro Antroido. Eran los tiempos del arte entendido como medio de combate y Vidal Bolaño puso su trabajo al servicio de la causa antifranquista. Esa vena política nunca desapareció del todo de su obra que, en cualquier caso, fue enriqueciéndose con otros matices. Trató siempre de fundir la tradición gallega con elementos contemporáneos y durante una época se adscribió al realismo sucio. Compaginó la dirección de obras ajenas -uno de sus mayores triunfos lo consiguió con Percival, de Xosé Luis Méndez Ferrín, en 1983- y el montaje de sus propios textos, entre los que sobresale Días sen gloria, finalista del Premio Nacional de Literatura Dramática en 1992. En 2001 recibió el Premio Max al mejor autor teatral en gallego por su obra Criaturas. Nunca abandonó tampoco su vocación interpretativa y en sus incursiones fuera del teatro destaca la aparición en la película de José Luis Cuerda La lengua de las mariposas.

Hombre polémico, bohemio y, en algunos aspectos, contradictorio, el actor Luis Tosar le recordó ayer de este modo: 'Era de esa clase de tipos que tienen muy mala hostia y a la vez son absolutamente encantadores'.