23 obras gráficas recorren el rico imaginario de David Hockney

'A todos los artistas, por muy humildes que parezcan, les gusta que su obra se difunda, y el grabado es un medio poderoso para llegar al gran público', asegura David Hockney en Así lo veo yo (Siruela), un lujoso volumen en el que el artista explica su trayectoria. La galería Estiarte (Almagro, 44) expone, desde ayer y hasta el próximo 9 de octubre, un recorrido a través de 23 obras por su obra gráfica.

Pintor, dibujante y escenógrafo, David Hockney (Bradford, Reino Unido, 1937) empezó muy joven a trabajar en un taller de grabado y serigrafía, pero en seguida amplió y encaminó sus investigaciones a la fotografía, el vídeo, el fax y la utilización de las primeras fotocopiadoras láser.

Su especial talento para el dibujo y su particular concepción del espacio y la representación le condujeron también a ilustrar numerosos textos literarios y óperas. David Hockney, obra gráfica es un modesto resumen de todas estas facetas de Hockney a través de papeles fechados entre 1969 y 1993, y estampados al agua fuerte, litografía y serigrafía.

La muestra puede verse como un repaso de la obra de este creador. La visión de este polifacético artista sobre los cuentos de los hermanos Grimm queda representada en la serie Six fairy tales from the brothers, una colección de grabados al aguafuerte que abre la muestra.

Su pasión por el retrato está representada en dos litografías fechadas a mediados de los setenta: Yves Marie y Nicolas Wilder, retratados a cuerpo entero. Sus indagaciones con la fotografía prosiguen en los años ochenta, permitiendo que el artista ponga en práctica sus indagaciones referidas a la representación.

Asimilación del cubismo

Así, Ann in the studio y Harvard Etching, aguafuertes de 1984 y 1986, respectivamente, y Portaid of mother II y An image of Ken, litografías de la serie Movin focus, de 1985, muestran la asimilación que Hockney hace del cubismo y de la obra de Picasso.

Su faceta artística más popular, sus conocidas piscinas, que el artista comienza a desarrollar a mitad de la década de los sesenta, cuando se marcha a vivir a Los Ángeles, también está representada en esta exposición. Sus piscinas llegan a través de la serie Lithograph of water made of thick.

No falta tampoco una simbólica muestra del Kockney viajero y acaparador de experiencias. En 1982, el pintor recorrió China. Sus reflexiones sobre el viaje, la cultura y tradición artística china se recogen en el libro China diary y una litografía, Red square and the forbiden city, en la que despliega una vista de pájaro plagada de colores.

La exposición se cierra con dos litografías combinadas con serigrafía de la serie Some more new prints de 1993, en las que el pintor pone en práctica su concepción de la perspectiva plurifocal: George d'Incre y Catherine's walk.