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CUMBRE SOBRE DESARROLLO SOSTENIBLE

El acceso al agua potable y la energía, últimos escollos en la cumbre de la Tierra

Hoy se inicia la sesión plenaria con las intervenciones de los jefes de Estado y de Gobierno

Un acuerdo para proporcionar infraestructuras de saneamiento a millones de personas en el mundo que carecen de ellas, y los plazos y objetivos concretos para impulsar las fuentes de energía renovables fueron ayer los escollos que mantuvieron atascadas las negociaciones para acordar un Plan de Acción de la Cumbre de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, que se celebra en Johanesburgo. Ayer se incorporó a la conferencia de Johanesburgo el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, que abrirá hoy la sesión plenaria.

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Los más altos representantes de los 191 países participantes, incluidos 103 jefes de Estado y Gobierno que han anunciado su presencia, protagonizarán las negociaciones en los últimos días de la conferencia para acordar la Declaración Política. La cumbre concluirá el próximo miércoles.

Entre los puntos del plan de acción sobre los que se ha alcanzado un acuerdo a lo largo del fin de semana destacan el acceso a la energía, la reorientación de los patrones de producción y consumo, la defensa de la biodiversidad y los recursos naturales, un poco comprometido llamamiento a ratificar el protocolo de Kioto y los temas de corte económico como globalización, financiación y subsidios. A esto se añaden los acuerdos sobre limitación de productos químicos peligrosos y la defensa de los recursos pesqueros acordados a largo de las negociaciones la semana pasada.

La cumbre entró ayer en su fase de tensas negociaciones con la incorporación de casi medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno, y las medidas de seguridad en el centro de convenciones Sandton se endurecieron notablemente, limitando casi completamente el acceso a la zona donde se desarrollan las reuniones para todos los participantes que no sean estrictamente delegados.

Varias delegaciones europeas iniciaron ayer la letanía de comentarios indicando que los acuerdos que se iban adoptando, aun siendo menos ambiciosos de lo que la UE desearía, significan un avance positivo respecto a los compromisos internacionales existentes. Aunque la UE actúa en las negociaciones como un bloque unitario, las posiciones internas son distantes a menudo, con Alemania y Bélgica (ambos países con partidos verdes en las coaliciones de Gobierno) presionando con más ímpetu que los demás para lograr acuerdos ambiciosos.

El papel de la UE

La Unión Europea ha asumido desde el principio de esta cumbre como un punto fuerte la propuesta de lograr una media mundial del 15% de producción energética, para 2010, con energías renovables. A favor estarían varios países en vías de desarrollo, y Brasil ha hecho una propuesta en este sentido, pero el grupo que integra a todos esos Estados, el G-77, bajo la fuerte presión de los productores de petróleo, se han opuesto a este objetivo. También EE UU se ha manifestado contrario a asumir compromisos concretos. Haciendo hincapié en la prioridad de afrontar el problema energético, la UE lanzó ayer una iniciativa de energía para establecer acuerdos con otros países y entidades de ayuda a las naciones en vías de desarrollo.

'Necesitamos un acuerdo a nivel de todos los gobiernos que sea fuerte con compromisos en fechas y objetivos', insistió el ministro danés de Medio Ambiente, Hans Christian Schmidt. En el capítulo del agua, el objetivo de lograr reducir a la mitad para 2015 los 2.000 millones de personas que actualmente no tienen agua potable no plantea grandes problemas, pero eso va unido a un objetivo similar con las infraestructuras sanitarias, a las que se opone, entre otros, Estados Unidos.

El Plan de Acción, cuyo borrador de 79 páginas llegó al inicio de la cumbre el pasado lunes lleno de condicionales y salvedades indicadas en las reuniones preparatorias por unos y otros países, se ha ido acordando a lo largo de la semana. Entre los acuerdos principales está un marco de trabajo a 10 años vista para desarrollar iniciativas y programas nacionales y regionales que permitan cambiar los hábitos de producción y consumo hacia patrones de desarrollo sostenible. Esto incluye, por ejemplo, que se tenga en cuenta todo el ciclo de los artículos, desde la producción hasta los desechos, o la información al público sobre los mismos.

Se ha decidido también crear un Fondo de Solidaridad mundial para el desarrollo sostenible y un marco para reducir significativamente la pérdida de biodiversidad en 2010. El llamamiento para la ratificación del Protocolo de Kioto ha merecido enfrentamientos entre diferentes posturas en la negociación, ya que EE UU, que ha rechazado este acuerdo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, se oponía a cualquier postura firme al respecto. Finalmente, el texto aprobado indica que los países que ya lo han ratificado piden a los que no lo han hecho que lo hagan. Es obvio que con esta redacción, EE UU no tiene ningún problema de firmar puesto que no se siente aludido entre los que han ratificado y hacen el llamamiento.

Kofi Annan (segundo por la derecha), junto a Thabo Mbeki, ayer, en la visita al centro arqueológico de Sterkfontein (Suráfrica).
Kofi Annan (segundo por la derecha), junto a Thabo Mbeki, ayer, en la visita al centro arqueológico de Sterkfontein (Suráfrica).AP

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