Moderno y aromático

Procede de Pesquera de Duero, un pueblo de 500 habitantes que hiciera famoso Alejandro Fernández con su Janus del 85, y de nuevo otro Fernández, de nombre Julio, ha vuelto a demostrar la excelente calidad de sus viejas viñas. No hay otra forma de explicar tan soberbio tinto, cuando la bodega apenas tiene cuatro años. Ya sorprendió su crianza Araviñas del 98, a pesar de su tosca presentación. Por el contrario, su Lagar Viejo ofrece un aspecto digno aunque conservador, que difiere del vino que encierra.

Aquí hay un tinto moderno, contundente, con todo lo que hoy se puede pedir a un gran vino. El aroma intenso, con una explosión de frutillos rojos que embelesa, sin que el roble nuevo americano se imponga más allá de envolver elegantemente de cedro, torrefactos y vainilla la fruta primaria; la boca, voluptuosa, con una expresión tánica madura y frutal, sin sobremaduraciones inoportunas, lo que se traduce en finura, amplitud, tacto suave y persistencia gusto-olfativa fuera de lo común.