Tensión en un pueblo de Lleida de 800 habitantes al llegar 500 temporeros dos semanas antes de la recogida de fruta
El Ayuntamiento de Barbens (Pla d'Urgell) ha realizado en los últimos días siete desalojos de inmigrantes que se habían instalado en casas o cobertizos de propiedad privada de forma ilegal a la espera del inicio de la campaña de recogida de manzana, previsto para dentro de dos semanas. Los desalojos reflejan la tensión y el conflicto social que se puede generar en esta población de 800 habitantes, que en pocos días ha pasado a contar con unos 500 temporeros, algunos de los cuales malviven por las calles y cercanías del municipio.
El alcalde, José Luis Plaza (CiU), explica que 'se meten allí donde hay un poco de tejado', y ha puesto como ejemplo una experiencia que vivió el pasado lunes por la noche en un cajero de una entidad bancaria: 'Fui a sacar dinero y me encontré con cinco magrebíes durmiendo en las propias dependencias del cajero'. Plaza añadió que este hecho 'genera conflicto', por lo que el Ayuntamiento ha destinado una patrulla especial para controlar que no se produzca ningún incidente durante la campaña.
Una patrulla de la Policía Local, formada por dos mujeres, se ocupará en las próximas semanas de tratar de evitar incidentes con el apoyo de los Mossos d'Esquadra. El alcalde comenta que hay muchos inmigrantes que 'están en situación ilegal y no han pasado por ninguna oficina para inscribirse', por lo que es más difícil controlar el contingente que se acerca al municipio.
El alcalde calcula que entre el 40% y el 45% del total se encuentran en estancias habilitadas por los propios payeses, que los albergan en dependencias propias o ponen a su disposición viviendas para acogerlos durante la campaña. Pero el resto, asegura el alcalde, 'se meten donde pueden'. 'Esperamos que no venga la avalancha del año pasado, porque este año no hay tanto trabajo', afirma.
Baja producción
El alcalde de Barbens también ha aprovechado para recordar que la campaña de recogida de la manzana no va a ser buena, y por tanto, se prevé poca producción, insuficiente para acoger a todos los temporeros que se acercan a la población. A pesar de ello, el municipio teme que en los próximos días lleguen todavía más inmigrantes a la zona, que el año pasado acogió a cerca de 1.000 temporeros para trabajar en la campaña de la manzana.
Por otra parte, la contratación de temporeros para la campaña de la fruta en las comarcas de Lleida continúa a la baja a causa de la poca producción. Mientras que en la misma semana del año pasado se contrató a más de 400 trabajadores, este año sólo se han contratado 217.
Las comarcas leridanas donde se ha contratado a más temporeros durante la última semana son las del Segrià, Pla d'Urgell y Urgell. El 60% de los temporeros contratados son extranjeros, sobre todo procedentes de Marruecos, y entre los españoles destacan los de Lleida, seguidos por los cordobeses. Desde comienzos de la campaña se han contratado 3.065 personas, lo cual supone el 31% menos que el año pasado.
