Fórmulas comerciales nuevas para caldos españoles viejos

Una de las pruebas del excelente momento por el que atraviesa el mundo del vino en España es la aparición de nuevas formas de negocio hasta ahora desconocidas por estos lares, aunque muy desarrolladas por otras latitudes, como Francia o el Reino Unido, donde hay que remontarse más de un siglo para buscar sus orígenes. Ha nacido en Cataluña la primera empresa 'marchante de vinos', con la denominación de Valsegar de las Muelas que, en su primer ejercicio, ha alcanzado los 600.000 euros de facturación obtenidos con la venta de poco más de 11.000 botellas pertenecientes a tres bodegas y denominaciones distintas, un rioja, Casilla de la Mujer; un ribera del duero, Regina Vides, y un albariño, Tomada do Sapo, a las que se unirán posteriormente otras selecciones.

El mundo del vino no acaba de entender que unos elaboradores de prestigio cedan uno de sus mejores vinos a un intermediario

La empresa catalana ha alcanzado en su primer ejercicio los 600.000 euros de facturación con la venta de poco más de 11.000 botellas

En este primer año han conseguido además abrirse un mercado significativo como el suizo, su cliente más importante, con unas ventas también importantes en Italia, Puerto Rico y Panamá. Y mantienen conversaciones muy avanzadas para su incursión en Francia, Reino Unido y Alemania. En estos momentos se exporta el 50% de la producción, pero sus intenciones, según Javier de las Muelas, uno de los tres socios fundadores, son las de exportar en torno al 65%.

Las sinergias de esta actividad con las actividades de estos tres empresarios les permiten un ahorro de costes importante en la gestión administrativa y el desarrollo de su red comercial, que han de mantener completamente al margen del elaborador de cada uno de sus vinos. Se trata de una experiencia insólita que ha empezado a agitar el mundo del vino en España, que no acaba de entender que unos elaboradores de pretigio cedan uno de sus mejores vinos a un intermediario. Para Javier de las Muelas se trata de un intermediario que realiza un seguimiento continuo del vino, y que adelanta el dinero al elaborador, por lo que su incidencia final en el precio no es muy alta, 'además prestigia a las denominaciones de origen que distribuye'.

De cualquier manera, se trata de productos con un alto valor añadido que en las tiendas especializadas pueden alcanzar los 90 euros y llegar a 120 euros en los restaurantes.

Junto a Javier de las Muelas, empresario de hostelería que ha recuperado emblemáticos establecimientos de Barcelona, se encuentran Joan Valencia y Enric Segarra, propietarios de Cuvée 2000, una distribuidora de vinos nacionales y de importanción de bodegas selectas que se encuentran sorprendidos y satisfechos por la buena acogida de esta experiencia.