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LA REGULACIÓN DE LA PROSTITUCIÓN

Ochenta chicas y música de Sinatra en un local 'digno de ejemplo'

En la parte alta de Barcelona, un buen número de locales de alterne conviven de forma más o menos pacífica con los pisos más lujosos y caros de la ciudad. Es agosto y no hay mucho tráfico de coches y gente, pero en un establecimiento de la zona donde se ejerce la prostitución, hay mucho ajetreo.

Son las cuatro de la tarde, y en una hora deben tener todo listo para abrir al público una hora después. Toallas y sábanas se acumulan por los rincones de los pasillos mientras cuatro mujeres de la limpieza dan el último toque a los lavabos de este inmenso local. Los camareros entran vestidos de calle y se ponen el uniforme tras haber preparado la barra por la que pasarán más de 200 clientes y pagarán 15 euros por copa. Según como derive la conversación con alguna de las 80 chicas que cada día trabajan en el local, se retirarán a una de las 11 habitaciones habilitadas para practicar el sexo previo pago.

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Una barra de striptease, vidrios negros, aire acondicionado, espejos, vídeo-televisión y un equipo de música con CD´s de Kylie Minogue y Frank Sinatra conforman la mejor habitación del local, presidida por una enorme cama azul. Poco a poco van llegando las chicas. Una pide agua mientras otra promete al encargado que no va a pedir ni una copa porque ha decidido que hoy se va 'a portar bien'. Todas se saludan entre ellas en dulce acento caribeño y corren por los pasillos a cambiarse, a ponerse los tangas, los minivestidos y unos taconazos de vértigo, porque son casi las cinco.

Este local, abierto hace tres años, tiene buenas perspectivas de futuro, y en cuanto los propietarios consigan el permiso van a ampliar el número de habitaciones y habilitar una sauna. Según la Asociación Nacional de Empresarios de Locales de Alterne (ANELA) el funcionamiento y las prestaciones de este lugar es 'paradigmático' y 'digno de ejemplo' para el resto de locales de toda España.

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