El Consistorio gastó un millón en sujetar la demolida casa de Iván de Vargas

El Ayuntamiento ha destinado 954.000 euros (154 millones de pesetas) al mantenimiento y conservación de la casa de Iván de Vargas desde que la adquirió, en junio de 1999, hasta que ahora ha sido demolida por su mal estado, según la Gerencia Municipal de Urbanismo. El edificio, sito a escasos metros de la Casa de la Villa, ha sido derribado por la empresa que hacía obras de consolidación de las fachadas. Será reconstruido como sede de la Fundación Madrid Nuevo Siglo. La medida se tomó al amparo de un informe de la Comisión de Patrimonio, que investigará lo ocurrido.

La desaparición de la casa, que se construyó entre los siglos XVI y XVII sobre una vivienda que la tradición vincula con san Isidro, criado de Iván de Vargas, ha provocado una agria polémica entre los partidos de la oposición y el gobierno municipal, del PP. IU y PSOE han denunciado que un año más, coincidiendo con las fechas estivales, el patrimonio de la ciudad ha perdido un inmueble ligado a la historia de Madrid. Desde el pasado miércoles, sólo hay un solar de 922 metros cuadrados y un montón de andamios.

Tanto Mercedes de la Merced, alcaldesa en funciones, como Luis Armada, gerente municipal de Urbanismo, mantienen que el derribo del edificio, catalogado con el máximo nivel de protección, era 'la única medida posible'. A pesar de ello, el Colegio de Arquitectos se ha sumado a las críticas de la oposición y la Comisión Mixta de Patrimonio, presidida por Juan José Echevarría, director general de Patrimonio en la Consejería de Las Artes, ha decidido abrir una investigación para aclarar lo sucedido.

'Vamos a convocar al arquitecto responsable de las obras, Ramón Andrada González-Parrado, para que explique cada una de las actuaciones que ha tomado', afirma Armada, vicepresidente de la comisión. El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, manifestó el pasado jueves que no tiene 'ninguna duda de que el Ayuntamiento ha hecho lo que tenía que hacer' en relación con el derribo de la casa de Iván de Vargas.

El caserón estaba declarado en ruina cuando el Ayuntamiento inició en 1998 su expropiación. Finalmente, Urbanismo llegó en mayo de 1999 a un acuerdo de compra por 362 millones de pesetas (2,2 millones de euros). Para esas fechas, la Gerencia Municipal de Urbanismo había ordenado en 11 ocasiones a los propietarios que garantizaran la seguridad del inmueble. A finales de ese mismo año, 1999, el Ayuntamiento cedió el edificio a la Fundación Madrid Nuevo Siglo, integrada por varias entidades financieras y presidida por José Luis Álvarez, ex alcalde de Madrid, para que la rehabilitara como su sede.

La oposición rechazó esa cesión, ya que consideró que la vinculación emblemática del edificio con la historia de la capital justificaba de sobra que fuese el propio Ayuntamiento el que reparase el inmueble para usos municipales. Máxime cuando desde el primer momento los trabajos para mantener el inmueble los ha sufragado la Casa de la Villa. Armada confirmó ayer que desde Mayo de 1999 a diciembre de 2001 han salido de las arcas municipales 954.000 euros (159 millones de pesetas) para diversas actuaciones en la casa de Iván de Vargas. En esos costes se incluyen unas grandes lonas que cubrían el edificio, colocadas la primavera pasada.

'En diciembre de 2001 dejamos de intervenir en el edificio porque se concedió a la Fundación la licencia para obras de consolidación', explica Armada. Durante esas tareas de 'consolidación', el arquitecto responsable de los trabajos, Ramón Andrada, ha decidido demoler el edificio, que será 'sustituido'.

Andrada se ha amparado para ello en un acuerdo de la Comisión de Patrimonio, firmada el 6 de junio, que le permitía 'sustituir las estructuras que se consideren oportunas'. En la consulta a la comisión, el arquitecto presentó un informe firmado por Fernando Macías, arquitecto jefe del departamento de Control de la Edificación, en el que se afirma que 'se ha superado el límite del deber de la conservación del edificio'.

En este informe de Urbanismo, que lleva impreso el sello de 'urgente' y está fechado el 9 de marzo de 2001 (nueves meses antes de que el Ayuntamiento concediese la licencia para las obras de consolidación), achaca el mal estado del edificio a 'su escasa conservación durante mucho tiempo, los actos vandálicos derivados de su ocupación ilegal y al inadecuado criterio técnico llevado con anterioridad a la adquisición del inmueble'.

Macías, junto al arquitecto Félix Navarro Sánchez y el aparejador Jorge Hernando Gil, alertaban de que podía ser 'especialmente peligroso intervenir en los distintos elementos portantes' del edificio y del 'riesgo de abatimientos incontrolados'.