Cataluña sufre el temporal del decenio

Cataluña sufrió ayer el temporal del decenio. A las dos de la madrugada habían caído sobre Barcelona siete millones y medio de litros de agua. En el distrito de Sarrià-Sant Gervasi, en la parte alta de la capital catalana, cayeron 132 litros por metro cuadrado, y en algunos puntos concretos, como la plaza Molina, se superaron los 200. Unos kilómetros más al norte, en El Masnou, se batió el récord: 248 litros. Sin embargo, no hubo víctimas ni daños cuantiosos que lamentar.

Lo que sí hizo la lluvia torrencial fue poner a prueba los tres depósitos pluviales de Barcelona, que por primera vez alcanzaron el máximo de su capacidad (233.000 metros cúbicos de agua), según el alcalde en funciones de la ciudad, el independentista Jordi Portabella. 'Barcelona nunca había podido asimilar tanta agua', aseguró Portabella, quien añadió que sólo llueve de una forma tan intensa en la capital catalana cada ocho años.

Los bomberos de la Generalitat realizaron entre las 21.00 horas del miércoles y las 16.00 de ayer unas 400 salidas por avisos de inundaciones en bajos, pasos subterráneos y garajes. La carretera N-II a la altura de Montgat permaneció cortada al tráfico hasta última hora de la tarde debido al barro acumulado en la calzada, por lo que los vehículos eran desviados por la autopista C-32.

Las inundaciones también afectaron a tres estaciones de metro en Barcelona, aunque el servicio se restableció a las 18.35 horas. Los trenes de cercanías de Renfe, que a lo largo de la mañana acumularon un retraso medio de unos 30 minutos en algunas líneas, recuperaron la normalidad al mediodía tras repararse las averías causadas por las fortísimas lluvias, que afectaron principalmente al tramo Bellvitge-Gavá, al sur de la ciudad. En el aeropuerto de El Prat de Barcelona, algunos vuelos sufrieron retrasos de 15 minutos de media, pero la situación se normalizó con prontitud: a partir de las 9.30 la situación era ya la habitual, según fuentes de Aena.

Las líneas eléctricas de Fecsa-Endesa tampoco se libraron de las consecuencias de la lluvia. Un total de 2.900 abonados de Tiana y Montgat -localidades costeras al norte de Barcelona- se quedaron sin luz debido a la caída de postes del tendido eléctrico. Posteriormente, un relámpago provocó nuevos daños en la línea que dejaron sin fluido a otros 2.700 usuarios de Alella, Montgat y Badalona.

En todas esas localidades el suministro se recuperó con prontitud, a las ocho de la mañana. La vuelta a la normalidad se demoró hasta mediodía para 1.400 abonados más de otros puntos de la provincia de Barcelona. Según la compañía, en estos casos los apagones se debieron mayoritariamente a la inundación de los centros particulares de transformación eléctrica situados en los bajos de los inmuebles. A última hora de la tarde, la compañía informó de que ya había restablecido el suministro eléctrico en las zonas afectadas, exceptuando algunos cortes puntuales.

En cuanto a las playas, el jefe en Cataluña de la Demarcación de Costas, Manuel Novoa, minimizó los efectos negativos provocados por el desagüe torrencial de las rieras en las playas afectadas, sobre todo en el tramo comprendido entre El Masnou y Badalona, al norte de Barcelona. Aunque las lluvias del miércoles no han tenido unos efectos tan devastadores en el litoral como las de noviembre y diciembre de 2001, el Ministerio de Medio Ambiente ha asegurado que reconstruirá los desperfectos y regenerará las playas, en las que todavía se reponía la arena perdida a raíz de los temperales del año pasado.

75 personas rescatadas

Junto a la ciudad de Barcelona, las zonas más afectadas se situaron en las comarcas contiguas del Maresme y del Baix Llobregat. El dispositivo de seguridad desplegado en la zona del Maresme tuvo que llevar a cabo 75 rescates de personas que se encontraban asiladas o atrapadas en el interior de sus vehículos o viviendas. A esta cifra hay que añadir la de la gente que se hallaba en los siete turismos que el cuerpo de bomberos rescató a lo largo de la jornada. En El Masnou, el Ayuntamiento activó el Plan Operatorio de Emergencias después de que la intensidad de las lluvias provocara el desbordamiento de algunos torrentes y rieras del municipio.

En la comarca del Baix Llobregat, las inundaciones de los bajos de un inmueble de L'Hospitalet obligó a desalojar a los vecinos durante una hora. Algo más serio fue el desprendimiento de tres metros cuadrados de techo de un edificio municipal de Esplugues, aunque no tuvo consecuencias graves. En otras poblaciones hubo, aparte de cortes del suministro eléctrico, algunas roturas de las canalizaciones del agua e inundaciones de los pasos subterráneos de la estación de Renfe.

Esta información ha sido elaborada por Lluís Pellicer, Ester Riu y Dulce Valero.