Un tornado en Valencia

El campo valenciano empezó ayer a hacer balance de los daños que la tormenta de lluvia, viento y granizo del miércoles provocó en algunas zonas. La tormenta afectó con especial virulencia a la localidad de Alginet, situada en la comarca de La Ribera Alta, en Valencia, donde en apenas media hora arruinó la totalidad de las cosechas de caquis.

Un tornado asomó también por la zona, causó el vuelco de dos camiones, uno de gran tonelaje, y derribó numerosos árboles. Dos de ellos, situados en el patio de un colegio público, se desplomaron sobre el muro del recinto escolar y cayeron a la calle.

El viento, además, entre otros incidentes, arrancó tejas y antenas con una fuerza que, unida al granizo, provocó el hundimiento del techo de una casa habitada, aunque sin originar daños personales.

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La agricultura de otras poblaciones de la comarca de Alginet también se resintió con la tormenta. Cítricos y frutales sufrieron con más intensidad los efectos del mal tiempo en esta zona.

La tormenta también perjudicó, aunque en menor medida, los cultivos de algunas localidades del interior de Valencia y de algún punto de Castellón. Sólo en Valencia, la Unión de Cooperativas Agrarias (Uteco) estimó los daños del temporal en 34 millones de euros.

En cualquier caso, las organizaciones agrarias valencianas coincidieron ayer en afirmar que la lluvia resultó beneficiosa en la mayor parte de las comarcas, sobre todo para los campos de cítricos y para los acuíferos.

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