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CRISIS EN LOS MERCADOS

Wall Street se dispara un 6,35% tras pactar el Congreso de EE UU la ley contra el fraude

La reacción de la Bolsa de Nueva York evita un nuevo desplome de los mercados europeos

La campana salvó ayer a las bolsas europeas de una catástrofe. Cuando todo apuntaba a que iban a terminar la sesión con pérdidas de más del 5%, se conoció el acuerdo del Congreso de EE UU para redactar de inmediato la nueva ley contra el fraude empresarial. Era el gesto que esperaba Wall Street y el mercado se disparó lo suficientemente rápido (cerró con una ganancia del 6,35%) como para amortiguar las pérdidas de los mercados europeos. La Bolsa de Londres cerró con un retroceso del 2,1%, y las de París y Madrid, perdiendo un 1,5% y un 2,57%, respectivamente. Francfort, que cierra más tarde, incluso ganó un 3,32%.

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La jornada llegó a tener tintes dramáticos cuando se acercaba a las últimas horas. Las bolsas se precipitaban a pérdidas entre el 5% y el 6% y acumulando registros superiores al 30% en el año. Pero Nueva York levantó el ánimo. El anuncio del acuerdo para luchar contra el fraude fue el acicate que esperaban los inversores para aceptar los mensajes de confianza y aprovechar los bajos precios para comprar masivamente. La fuerte subida del Dow Jones será hoy un escaparate para el resto de bolsas.

El pacto sellado ayer entre la Cámara de Representantes y el Senado de EE UU no admitía mayor dilación. Algunos congresistas aseguraban anoche que el texto final puede llegar a la Casa Blanca en cualquier momento a partir de hoy; George W. Bush ya ha mostrado su disposición a firmarlo. El consenso político permite elevar a 20 años las condenas de cárcel para los directivos acusados de fraude empresarial. Se crea también un organismo para investigaciones contables que será independiente en su funcionamiento, pero trabajará en coordinación con la Comisión del Mercado de Valores (SEC). Los empresarios tendrán que desvelar inmediatamente la venta de sus acciones.

El proyecto de ley se había convertido en una batalla típica del Capitolio: los demócratas (mayoritarios en el Senado) acusaban a los republicanos (mayoritarios en la Cámara de Representantes) de actuar con lentitud en la redacción de la ley por su vinculación clásica con las grandes corporaciones. Los republicanos contraatacaron con una propuesta que duplicaba las penas de cárcel que habían planteado los demócratas, como muestra de su disposición a ser duros. Todo era una demostración de fuerza a cuatro meses de que se celebren en EE UU las elecciones legislativas que ponen en juego el control del Capitolio. Al final, los dos partidos eran conscientes de que el electorado reclamaba una ley. Las Cámaras cierran su periodo de sesiones a finales de la semana que viene, lo cual dejaba poco tiempo para redactar una ley.

Poco trascendió anoche sobre las disposiciones de la ley. Se sabe que las penas de cárcel para algunos delitos de manipulación contable (incluida la destrucción de documentos) se elevarán a 20 años. Actualmente, el tope está en 5 años; el Senado había propuesto elevarlo a 10 años, pero la Cámara ha preferido endurecerlo al máximo para lanzar un mensaje de severidad. El fraude bursátil será penado con un máximo de 25 años de prisión.

Se preserva también la propuesta del Senado para establecer una relación independiente entre las empresas que realizan las auditorías y las compañías que son auditadas. La Cámara quería que esa regulación se fijara en la SEC, pero adquiere un valor mayor al ser introducida en la ley. Se acabaron los trabajos de consultoría que realizan algunas auditoras para las empresas que supervisan; el caso Enron y otros similares han demostrado que esa colaboración está a un paso de la connivencia. Como muestra, nada mejor que el vídeo de promoción de Andersen en el que aparecía el vicepresidente Dick Cheney en su época al frente de la compañía Halliburton, investigada por la SEC. Cheney decía: 'Arthur Andersen hace un trabajo excelente. Me dan consejos sobre la mejor manera de hacer negocios. Son más que unos auditores'.

Se establece también una obligación que pretende erradicar el uso de información privilegiada: los directivos de las compañías tendrán que notificar inmediatamente a los inversores la venta de sus acciones. De ese modo, si se desprenden de un paquete de acciones sospechosamente voluminoso, los inversores pueden pedir explicaciones antes de que un informe trimestral pueda hundir el precio en el mercado.

El texto contempla la creación de un fondo de compensación para inversores perjudicados por fraudes contables; el fondo se creará con las multas impuestas a las empresas infractoras. Finalmente, se establece una especie de comité de vigilancia con capacidad jurídica para realizar investigaciones en compañías acusadas de fraude.

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