Agricultura propone medidas para superar la crisis vinícola

El Ministerio de Agricultura ha presentado un plan para superar la crisis que desde hace dos años atraviesa el sector vitivinícola, especialmente los vinos de mesa. Las principales medidas se concretan en potenciar la demanda y en mayores controles para limitar la producción. El plan apuesta por un mayor consumo de un vino de calidad a precios razonables, frente a los altos precios de los vinos con denominación de origen.

Este plan ha sido presentado a las comunidades autónomas, organizaciones agrarias y cooperativas antes de su aprobación definitiva. El proyecto defiende la llamada tercera vía, frente a los precios altos de los vinos con denominaciones de origen y los vinos de mesa. Esa tercera vía serían los vinos de la tierra, por los que han apostado ya con grandes inversiones, sobre todo en Castilla-La Mancha. El plan no contempla el coste ni la financiación de las medidas propuestas.

España tiene una superficie de 1,14 millones de hectáreas y una producción media en torno a los 40 millones de hectolitros. Frente a una producción en aumento por la mejora de estructuras, cambio de variedades y aumento del riego, la demanda ha sufrido una grave caída, que solamente en los últimos 15 años ha pasado de 46 a 32 litros por persona y año. Aunque ha crecido ligeramente de 6,3 a 7,4 el consumo de vinos de calidad, los vinos de mesa han pasado de 36 a solamente 23 litros por persona y año.

Para controlar la oferta, el Ministerio de Agricultura propone la limitación de la producción vinculando los rendimientos a las ayudas contempladas en la Organización Común de Mercado. En esta línea se propugna también la descalificación de los viñedos que hayan incumplido los rendimientos máximos previstos en los reglamentos de las denominaciones de origen. Se propone fomentar la producción, aumentar las prestaciones, incentivar los contratos privados de uva o vinos a largo plazo y congelar los derechos de nuevas plantaciones.

Para el control de la demanda, el plan propone la prohibición de la mezcla de vinos blancos y tintos. Hoy es algo prohibido en la UE, con la excepción de España. Se defiende el pago de la uva por calidad para evitar excedentes y la divulgación de la idea del vino como alimento saludable, entre otras medidas.